La explosión contra la sede del PSE en Abusu (Bilbo) es la tercera en cuatro meses tras las de Balmaseda y Derio. La deflagración fue similar a estas últimas y provocó importantes daños materiales en el local. Como en los dos casos citados, estuvo precedida de una llamada previa en nombre de ETA. El lugar estaba acordonado, pero el impacto provocó heridas leves a siete ertzainas; ninguno de ellos debió ser hospitalizado.

A las 5.30 un comunicante llamó a la DYA para transmitir el siguiente mensaje, difundido por la asociación: «Escuche con atención, llamo en nombre de ETA. Dentro de media hora va a hacer explosión una bomba en la Casa del Pueblo del barrio bilbaino de La Peña. Gora Euskadi askatuta!».

Al parecer, el maletín que contenía el artefacto había sido detectado por una patrulla de la Ertzaintza en torno a las 5.10, y las sospechas de que pudiera contener un artefacto se vieron confirmadas 20 minutos más tarde, con la llamada recibida en la DYA. Algunos medios indicaron, citando a testigos, que el maletín pudo ser colocado en torno a las 3.30, mientras que fuentes policiales citadas por Europa Press hablaron de las 2.30 como la hora de colocación.

La explosión se produjo a las 6.00, con el área ya acordonada. En una primera estimación, se calcula que la bomba contenía cinco kilos de explosivo. Se activó con un temporizador.

El PSOE lo esperaba

Diversos portavoces del PSOE no dudaron en afirmar que esperaban un nuevo atentado en su contra. Rodolfo Ares, portavoz de la Ejecutiva del PSE, aseguró que los afiliados de su formación saben que ETA «acaba materializando sus amenazas. No es la primera vez que ocurre». Añadió que «a pesar de que ETA nos tiene en su punto de mira y está cometiendo atentados contra sedes y compañeros, seguiremos en Euskadi con firmeza democrática, defendiendo no sólo el proyecto socialista, sino la democracia y la libertad».

Más explícito aún fue el portavoz del PSE en el Ayuntamiento de Bilbo, Txema Oleaga, que declaró: «Ha habido un atentado contra el PSOE, como había amenazado ETA y como ya conocíamos».

El local atacado fue visitado por el secretario general del PSE de Bizkaia, José Antonio Pastor. Tras recordar a Isaías Carrasco, enfatizó que «los socialistas vascos vamos a estar, como hemos estado siempre en las últimas décadas, en primera línea de la infantería democrática». Tildó el atentado de «macabro espectáculo en el que ETA hace visible la amenaza del comunicado».

También la Ejecutiva Federal del PSOE manifestó que la acción no les condicionará: «Lejos de amedrentarnos, los demócratas no nos vamos a rendir hasta que consigamos la total desaparición de ETA», anuncia su comunicado de condena. Desde el PSN, su líder provisional, Elena Torres, añadió que la acción «no va a doblegar la firme voluntad de acabar con esta mafia, mediante los instrumentos del Estado de Derecho».

Al hilo de todas estas declaraciones, diversos medios repescaron también el contenido del último comunicado de la organización armada vasca, y especialmente una frase concreta: «¿No pensarán los militantes del PSOE que ETA se va a quedar de brazos cruzados viendo cómo con toda impunidad torturan a militantes vascos, los detienen, les imponen una con- dena de por vida e ilegalizan partidos políticos?».

El secretario general del PSE, Patxi López, fue más allá en su valoración. En una comparecencia tras una reunión del partido, insistió en la necesidad de que salga adelante la moción de censura de Arrasate y recuperó una frase de otros tiempos: «Sólo hay una línea divisoria, la que separa a los demócratas de los violentos». Puso el acento además en que «no hay normalidad ni normalización en un país en el que se asesina y atenta contra el que piensa diferente».

Balza confirma la vigilancia

Tras los atentados de Balmaseda y Derio, la muerte del ex concejal del PSOE Isaías Carrasco y el último comunicado referido, las FSE tienen un dispositivo especial para proteger las sedes de este partido, según confirmó en Radio Euskadi el consejero de Interior de Lakua, Javier Balza. De hecho, afirmó que la Ertzaintza ya había detectado el paquete sospechoso antes de que se produjera la llamada de aviso.

«Una patrulla es la primera que ha sospechado del bulto antes de que se recibiera la llamada. En este sentido, se ha podido trabajar desde un momento muy inicial. La pena es que no hayamos pasado un poco antes, cuando estaban colocándolo», lamentó Balza.

El titular de Interior, que recibió el agradecimiento expreso y las felicitaciones de los dirigentes del PSOE, aseguró que la culminación del desalojo se demoró un tanto debido a las dificultades para evacuar a una anciana. Y explicó que ése fue el motivo que hizo que siete agentes de la Ertzaintza estuvieran todavía cerca del lugar y sufrieran la onda expansiva, aunque de modo leve. Descartó, en cualquier caso, que la bomba constituyera una «trampa» para la Ertzaintza, sino que el objetivo nítido era la sede del PSOE.

«Cuidado, bomba»

Quienes fueron desalojados pudieron regresar a sus casas en torno a las 10.00. Además de la sede del PSE, que sufrió la mayor parte de los desperfectos en la zona de la entrada, hubo daños en una docena de coches y en algunos comercios anexos. La explosión provocó además la rotura de una tubería de abastecimiento de aguas, por lo que se interrumpió el suministro a tres portales hasta la tarde. Durante las horas posteriores se revisó igualmente la red de distribución de gas por si estuviera dañada, lo que se descartó.

Interior de Lakua detalló que el artefacto se encontraba en el interior de un maletín en el que se leía: «Cuidado, bomba».

En el local -denominado Casa del Pueblo Tomás Meabe- había un perro pastor alemán. El propietario del bar, que precisamente iba a entrar para recoger una mochila cuando encontró la zona ya acordonada, confirmó que el animal «está bien», según constató el veterinario.

La explosión provocó notable conmoción en el barrio. A apenas dos calles de distancia, ETA atentó contra un escolta en octubre pasado.