Tras haber mostrado mayor optimismo que el resto de instituciones sobre el impacto de la crisis, sobre todo antes de las últimas elecciones, el Gobierno español ha comenzado a reconocer que afectará más de lo previsto y rebajará su previsión de crecimiento del PIB hasta siete décimas. El Ejecutivo, que presentará la revisión próximamente, preveía hasta ahora un crecimiento del 3,1% en 2008 y del 3,0% en 2009, tras haber alcanzado el 3,8% en 2007. Sin embargo, el vicepresidente Pedro Solbes, se acerca ahora a las previsiones del FMI que hasta este momento consideraba demasiado pesimistas.

Solbes apuntó a la previsión del Banco de España, que anticipa un crecimiento del 2,4% para este año, como «una buena referencia» para su revisión. El FMI ha pronosticado una caída hasta el 1,8%, más cerca de la nueva previsión que de la inicial del Gobierno español.

El BBVA estima un 1,95% para este año y la Fundación de Cajas de Ahorro prevé un 2% para 2008 pero sólo un 0,9% para 2009, lo que podía suponer un crecimiento negativo durante algún período del año que viene.