Osasuna está abocado a continuar con su reciente trayectoria lejos de Iruñea si no quiere complicarse la vida hasta extremos que rocen el infarto de los aficionados. No haber obtenido ni un solo punto en casa contra tres rivales directos -los fallos arbitrales y la falta de acierto no computan para la clasificación- está trayendo consigo que los rojillos deban luchar hasta el final por la salvación.

Y si bien la situación en la tabla no es crítica, pues hay otros equipos no sólo con peores guarismos sino también ofreciendo una imagen bastante más penosa, un nuevo tropiezo en Mestalla podría complicar las cosas sensiblemente, máxime en vísperas de la visita de un Real Madrid que puede necesitar un triunfo en El Sadar para proclamarse matemáticamente campeón.

Las revueltas aguas que bajan por el Turia -cambio de entrenador incluido tras el ridículo de San Mamés- bien podrían ser un factor a favor de los navarros. Más acostumbrados a estar en los puestos elevados de la tabla a estas alturas de temporada, los ahora entrenados por Voro pueden acusar, como le está pasando al Zaragoza, tener que manejarse entre las penurias de las posiciones cercanas al descenso.

De ello pueden beneficiarse este domingo los de Ziganda si, como aseguró Natxo Monreal, que volverá al once con toda seguridad después de cumplir su sanción, el equipo sigue con su óptima línea foránea. «Vamos a intentar aprovechar la situación de confusión del Valencia, seguro que ellos tienen dudas con el cambio de técnico y nosotros sí que sabemos dónde estamos y lo que tenemos que hacer», explicó convencido el de Eskirotz.

Para el lateral, los ché son uno más en la pelea por la permanencia. «Acepto que sea un club que por plantilla y presupuesto no debía estar ahí abajo, pero si lo está es por méritos propios. Es un candidato al descenso, está metido en el ajo y lo tiene peor que nosotros porque, de momento, está por detrás», afirmó.

Confianza en los árbitros

El vestuario rojillo está mentalizado de la importancia del choque porque «nos jugamos tres puntos de oro, ya que con 43 estaríamos casi salvados, no matemáticamente, pero sería un respiro bastante grande», de ahí que «debemos salir con la mentalidad de fuera de casa de los últimos encuentros».

«El Valencia se va a encontrar con un Osasuna bastante fuerte, bien plantado y que le va a poner las máximas dificultades -prosiguió-. Nuestra mentalidad debe ser la de salir a por los tres puntos, luego el devenir del partido determinará si un empate es bueno».

El jugador, que admitió que las cosas le están saliendo muy bien esta campaña, no teme que continúen las malas actuaciones arbitrales. «Confío en los colegiados y creo que Ontanaya lo va a hacer bien, ni nos va a dar ni a quitar», concluyó.