Los países miembro de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de las Américas (ALBA) firmaron ayer en una cumbre extraordinaria una declaración de «solidaridad» con el proceso impulsado por el presidente Evo Morales en Bolivia y expresaron su «firme rechazo a los «planes de desestabilización que buscan vulnerar la paz».

El martes, el presidente venezolano, Hugo Chávez, convocó a su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, a Evo Morales y al vicepresidente cubano, Carlos Lage, a una reunión en Caracas ante la situación de Bolivia, porque, según advirtió, «el país está a punto de estallar».

En su declaración, leída por Lage, subrayaron que «la actual crisis debe ser solucionada por los bolivianos mediante un diálogo franco y abierto» y «sin injerencia extranjera».

Ratificaron, además, su «posición de no reconocer ninguna figura política que vulnere la integridad territorial de Bolivia» y expresaron su rechazo al referéndum de autonomía convocado para el próximo 4 de mayo en la región de Santa Cruz. Denunciaron que esta consulta vulnera las leyes bolivianas.

Los líderes del ALBA instaron a la comunidad internacional a «actuar en solidaridad» con el Gobierno de Morales «en su esfuerzo para garantizar la paz y la integridad territorial». Al leer el comunicado, Lage destacó que la reunión fue una «ocasión especial para ratificar nuestro apoyo incondicional a Morales para derrotar los planes de desestabilización y seguir encauzando el proceso de transformación» que afronta el país.

Por su parte, Chávez subrayó que «si ocurriese una tragedia, el gas que fluye desde Bolivia podría detenerse y entraría en crisis Brasil y lo mismo podría pasar con Argentina». Insistió en que, en tal caso, podría haber una desestabilización de «todo el cono sur».

Aparte de esta declaración, suscribieron un acuerdo en materia de seguridad alimentaria. A este respecto, adelantó que tienen previsto crear una red de comercialización alimentaria, que calificó de «fundamental porque el capitalismo es una cosa perversa». «El propio Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial están reconociendo el fracaso del capitalismo, esta crisis alimentaria es la más grande demostración del fracaso histórico del capitalismo», incidió Chávez.

Añadió que «las Fuerzas Armadas de nuestros países tienen un gran potencial para participar en labores de desarrollo como lo hemos estado haciendo». Resaltó que con la firma de estos acuerdos, el ALBA adquiere «dinamismo, una vida y una capacidad de respuesta, de acción y reacción ante los procesos que se desenvuelven o se desarrollan en nuestros países».

Por último, aprovechó la ocasión para mandar un saludo «afectuoso» a Fidel Castro y a Fernando Lugo. «Nos faltaba un cura, ahora no somos tan demonios. Su triunfo es una piedra más para sepultar la viera era neoliberal», manifestó.