La ópera prima de Guillermo Groizard, realizador procedente del medio televisivo, es un intento de trasladar al cine las técnicas visuales y de montaje que le han dado fama en la serie «Policías». Prueba de ello es que la versión definitiva de «Proyecto Dos», presentada en el Festival de Málaga, contiene un total de 2.500 planos, cantidad muy por encima de lo habitual dentro de la producción del mercado interior. Si el ritmo acelerado certifica sus intenciones comerciales a la hora de llegar al público juvenil, igualmente lo evidencia un rodaje con dos y tres cámaras simultáneas para las escenas de acción, así como un guión de intriga científica con clara vocación internacional.

En el trasfondo de esta enrevesada historia de suspense esta un tema tan de actualidad como el de la clonación, representado por un investigador en biogenética que fuera del laboratorio se sentirá desbordado por los acontecimientos, los cuales ponen en duda su propio origen. Descubrirá que es adoptado, al igual que un misterioso gemelo que fallece lejos, en Buenos Aires, donde se inicia la accidentada trama.