La izquierda abertzale acusó ayer a la dirección de Kutxa de plegarse a los «intereses del PNV» y hacer «trampas» para favorecer al partido jeltzale en la asamblea de la caja guipuzcoana, que hoy celebra su sesión constituyente y elige a su nuevo presidente en sustitución de Carlos Etxepare.

Rrepresentantes de los municipios de Bergara, Usurbil y Oiartzun, junto a Joxean Urkiola, delegado sindical de LAB en la entidad, denunciaron que la dirección de Kutxa les «robó» un consejero para «dárselo al PNV». Ese representante, indicaron, es el que permite al partido jeltzale y a EA contar con mayoría absoluta en la asamblea, 51 consejeros de 100.

Según explicaron ayer en una rueda de prensa, «esta decisión no es la única que ha tomado Kutxa para beneficiar al PNV». Así, explicaron que a algunos ayuntamientos se les concedió un plazo mayor que a otros para hacer agrupaciones, saliendo beneficiados de esta discriminzación «las agrupaciones del PNV», pese a que «por escrito nos indicaron que el plazo para hacer las agrupaciones finalizaba el pasado 31 de enero», y el PNV «hizo más tarde sus agrupaciones».

Apartheid

Asimismo, criticaron que al PNV se le ha permitido agrupar municipios aunque «no todos estaban de acuerdo», mientras que a «nosotros no se nos ha dejado». Al PNV, continuó la denuncia, «se le han caído dos municipios en otras tantas agrupaciones y les han concedido 3 consejeros -dos a la agrupación de Beasain y uno a la de Orio-».

Conocida la «nueva distribución» de los representantes de los municipios, la izquierda abertzale constató la «trampa» y, pese a reclamar su devolución, Kutxa se ratificó en sus criterios. Los representantes abertzales esgrimieron los reglamentos, en concreto los artículos que figuran en el capítulo tercero, para demostrar la irregularidad cometida.

También indicaron que la asamblea de esta tarde «no refleja, ni de lejos, la representación que corresponde a los ayuntamientos en función de las últimas elecciones municipales, aunque la izquierda abertzale también fue discriminada e ilegalizada en muchos municipios. El apartheid político tiene también su reflejo en Kutxa».

Tampoco los representantes de los impositores, señalaron, «van a ser los correspondientes a las últimas elecciones y la candidatura del PNV-EA, que sufrió un bajón importante, va a continuar manteniendo 18 consejeros por clientes, cuando las elecciones han dicho que deben ser 15», añadieron.

Según indicaron los representantes abertzales, «es evidente que Kutxa se pliega a los intereses del PNV, un partido que va a seguir imponiendo un modelo de Kutxa poco participativo y poco democrático, además de especulativo y que se aleja cada vez más de la función social que debe cubrir».