La senadora colombiana Piedad Córdoba, mediadora ante la organización armada de las FARC, acusa al Gobierno de Álvaro Uribe de utilizar el caso de la rehén Ingrid Betancourt para desviar la atención del escándalo de la parapolítica, que salpica ya directamente al presidente colombiano.

«El Gobierno de Uribe insistió en que ella (Betancourt) estaba a punto de morir y dejó que Francia enviara un avión para ocultar el escándalo político, porque el mismo día habían sido detenidos tres parlamentarios acusados de vínculos con los paramilitares», recuerda Córdoba en entrevista a un diario español.

La senadora confirma, asimismo, que la liberación de Betancourt y de uno de los estadounidenses capturados por la guerrilla iba en buen camino hasta la muerte en un bombardeo del Ejército colombiano del número dos de la guerrilla, Raúl Reyes.

«Las cosas iban muy bien para la liberación de uno de los gringos. Ingrid se encontraba en el lote. Pero todo se vino abajo con lo que pasó el 1 de marzo», en referencia al bombardeo.

«Fue un golpe fatal a la confianza de las FARC. Francia ha sido la gran perdedora», añade.

Córdoba advierte, además, de una regionalización del conflicto y de que grupos paramilitares se han adentrado en Ecuador y en Bolivia, en la zona de Santa Cruz, «para desestabilizar a Evo Morales».

«Colombia se ha convertido en un vecino engorroso», añade.