El líder talibán Baitullah Mehsud ordena un alto el fuego en Pakistán
Un alto mando talibán, Baitullah Mehsud, ordenó ayer el cese de todos los ataques en Pakistán bajo la advertencia de que cualquiera que desobedezca esta orden será castigado. El nuevo Gobierno paquistaní ha prometido que dialogará con los militantes islamistas.
GARA |
El líder talibán Baitullah Mehsud, a quien Estados Unidos acusa de pertenecer a Al Qaeda, ha ordenado un alto el fuego a los milicianos del Movimiento Talibán de Pakistán (TTP) y ha advertido de que si alguien no lo cumple será «castigado severamente», y «colgado por los pies en un lugar público». Afirmó que «no se aceptará ningún argumento en contra» porque «es una orden firme».
La orden apareció en unos panfletos distribuidos el miércoles en varias áreas tribales fronterizas con Afganistán. Un alto responsable del TTP confirmó a AFP vía telefónica la autenticidad de este comunicado.
Este llamamiento se produce después de que el nuevo Gobierno paquistaní haya prometido que iniciará un proceso de diálogo con los talibán.
Precisamente, el miércoles, el portavoz talibán aseguró a la agencia de noticias francesa que mantienen negociaciones con el Ejecutivo para alcanzar un acuerdo de paz. En virtud de estas conversaciones, «los militares se retirarán de algunas zonas tribales y los combatientes islamistas dejarán de atacarlos. Esperamos un anuncio positivo en los próximos días», subrayó. En este contexto se produjo el lunes la puesta en libertad del mullah Sufi Mohamma.
De esta manera, el Gobierno espera rebajar la espiral de violencia que ha azotado el país y mantener la relativa calma que se vive en la capital paquistaní.
Pervez Musharraf, fiel aliado de Washington en la llamada «guerra contra el terror», siempre se negó a cualquier diálogo. En tan sólo 15 meses, 1.070 personas murieron en Pakistán en una escalada de atentados y ataques, recrudecidos desde el asalto en julio del año pasado a la Mezquita Roja de Islamabad.
El portavoz talibán Maulvi Omar afirmó que tropas desplegadas en zonas del sur de Waziristan, fronterizas con Afganistán, han comenzado a retirarse como parte del proceso de negociación con el nuevo Gobierno.