Jueves, viernes y lunes. Arrasate, Hernani y Bergara. Tres días, tres pueblos guipuzcoanos y tres mociones de «ética» contra la izquierda abertzale, «consensuadas», que no prosperan. Pero similitudes y diferencias al margen, a cada texto que han presentado, batacazo que se han dado sus promotores. La última, ayer. En Bergara. Y, en este caso, fue el PNV el que, tal y como afirmó el edil del PSE de Arrasate el jueves, «se sacó la foto»: dos de sus cinco ediles ni siquiera acudieron. Los del PSE, sí. Pero, en contra de lo que ocurrió el jueves, no los respaldaron ningún Ares ni ningún Eguiguren. Tampoco se vio a ningún afiliado de ambos partidos.

«PNV español»

Aunque Aralar ya anunció de antemano que sus tres ediles votarían en contra de las moción del PNV y del PSE, sabiendo, por consiguiente, que no era posible que prosperase el texto, la espectación mediática no diminuyó especialmente, aunque sí se notó un pequeño «bajón»: si en Arrasate sólo las cámaras de televisión superaban la veintena, ayer, en Bergara, se contabilizaron trece.

Una hora antes de que se diese inicio al pleno municipal, sobre las 19.30, varias dotaciones de la Ertzaintza tomaron posiciones en la plaza del Ayuntamiento de Bergara, mientras que los vecinos, en su mayoría simpatizantes de la izquierda abertzale, tomaron asiento en el salón de plenos.

Una barrera de cámaras, fotógrafos y periodistas impedía ver de forma clara a los concejales que a la hora convocada hicieron aparición por el pasillo principal, junto a algunos agentes municipales. Los reprsentantes jeltzales y los dos del PSE, sin embargo, accedieron por una puerta lateral.

Una pancarta con el lema «Herritarron hitza errespetatu! Iruzurrik ez!» fue colocado al fondo del salón de forma que fuera era imposible no leerlo. Pero por si pudiera darse el caso, los presentes empezaron a corear todo tipo de eslóganes a la par que accedían todos los ediles. Especialmente notorio fue el de «PNV español»; un lema que volvió a ser empleado en varias ocasiones.

Bergara rechaza el TAV

El debate sobre la moción «ética» del PNV y PSE era el último punto de un pleno que constó de un total de diecinueve. En los cinco minutos iniciales se despacharon, en su mayoría con acuerdos unánimes, los primeros once. Siguiendo con ese ritmo, el primer debate importante llegó pocos minutos después, cuando el Pleno de Bergara aprobó, con los votos en contra también del PSE y del PNV, la moción que presentó AHT Gelditu! Elkarlana contra el macroproyecto que impulsan Lakua y el Gobierno español.

Tras su aprobación, un bergararra contrario al TAV tomó la palabra para «ponerles las pilas». Los aplausos al convecino no se hicieron esperar. Sólo una cámara de las trece que había se giró, por lo menos, para grabar al joven.

A las 19.55 llegó la hora del ansiado debate. Los gritos en apoyo de la izquierda abertzale y de la voluntad popular, y repetidamente en contra del PNV, volvieron a resurgir. Como con los anteriores puntos, la secretaria municipal procedió a dar lectura a las tres mociones a tratar, según el orden por el que fueron presentadas. Primero, el texto alternativo de Aralar, después el de EAE-ANV y, por último, la moción de los jeltzales y del PSE. El contenido de las tres no varió en nada de las que ya se presentaron en Arrasate el jueves y el viernes en Hernani. Pero los únicos que tomaron la palabra para hacer defensa de su posición fueron los concejales ekintzales.

Y, acto seguido, se procedió a votar. Aralar, tal y como adelantó, se alineó con la izquierda abertzale en contra de la moción «ética»; seis sufragios de ANV y tres de Aralar. EA se abstuvo. PNV y PSE sólo sumaron cinco; dos votos menos de los que contaban en previsión. Dentro de los cálculos ya anunciados, tampoco prosperaron las mociones alternativas de los ekintzales y de Aralar. Pero lo mejor llegó poco después.

De la misma forma que en Arrasate, la Alcaldía otorgó la opción de que cualquiera tomase la palabra. Y la oportunidad no se desperdició. Con sosiego y sin perder la calma, dirigiéndose primero a los representantes del PSE y después a los del PNV, llamándoles por su nombre de pila y dando a entender que se conocen sobradamente, un bergararra les instó a explicar ante los ciudadanos si de verdad se creen lo que asegura su propia moción. En concreto, sobre si asumen que los ediles ekintzales no cuentan con dignidad, ética y moral. No hubo respuesta, pero él continuó.

A los del PSE les preguntó quién creó e impulsó los GAL, quién gestiona la política penitenciaria a día de hoy, quién ampara la tortura, quién promueve la Ley española de Partidos..., recordando sus consecuencias. De la misma forma actuó contra la formación jeltzale, con un discurso que concluyó afirmando que «lo que no es legítimo es intentar por otros caminos lo que no conseguistéis con los votos de los ciudadanos». La segunda intervención colocó la puntilla a los ya estocados concejales.

Ezker Batua, «en crisis»

Aunque el batacazo de la moción «ética» quedó en evidencia en Bergara, la resaca del fiasco político que se vivió en Arrasate continuó ayer. Por un lado, el parlamentario de Ezker Batua Oskar Matute salió en defensa de los dos ediles de Arrasate a los que Gaspar Llamazares (IU) les ha colocado fuera de la formación federalista. Matute acusó a la Ejecutiva que dirige Javier Madrazo de «excesivo dirigismo» y llegó a definir como «situación de riesgo» e incluso «hasta de crisis» el estado interno de EB.

Los que no cejan en su empeño son los del PSE, que anun-ciaron que ayer mismo iniciaron los contactos con el resto de grupos con objeto de que prospere la moción de censu- ra que todavía pretende presentar contra ANV en Arrasate. EA, PP y PNV han sido los primeros destinatarios de esos contactos «telefónicos».