Sudán rompió ayer relaciones diplomáticas con Chad, tras acusar a N'Djamena de haber apoyado un ataque sin precedentes de los rebeldes de Darfur contra Jartum, mientras que el toque de queda impuesto en la capital sudanesa se levantó parcialmente ayer.

«Nos vemos obligados a romper las relaciones diplomáticas con el régimen chadiano», declaró a la televisión pública el presidente sudanés, Omar el-Bechir, vestido de militar.

El sábado se registraron violentos combates en Omdurman -unida a Jartum por un puente sobre el río Nilo- entre el Ejército sudanés y rebeldes islamistas del Movimiento por la Justicia y la Igualdad (JEM), el más importante de los grupos rebeldes de Darfur, provincia del oeste Sudán.

El presidente sudanés acusó a su homólogo chadiano, Idris Deby, de haber dado órdenes para armar a los rebeldes, que entraron en Sudán bajo la dirección de Jalil Ibrahim, dirigente del JEM, uno de los grupos rebeldes, a quien calificó de «agente del régimen chadiano».

Por su parte, el Gobierno chadiano expresó su «profunda sorpresa»por la reacción de Sudán, que tildó de «precipitada».