Curso aprobado sin pena ni gloria
Manex ALTUNA
La última edición de la Liga será recordada como la más triste de los últimos años. Ni el campeón ni los que se han clasificado para competiciones europeas tienen mucho que ce-lebrar. Ni siquiera el vencedor de la Copa pudo festejar el título al ser reprobado por sus aficionados. Esa ha sido la tónica general en un curso aprobado sin pena ni gloria.
Los equipos vascos han cumplido su objetivo de mantener la categoría, pero al igual que el resto eso ha sido lo único con lo que han obsequiado a sus aficionados. La temporada de Athletic y Osasuna se puede catalogar como de transición. Los rojiblancos llegaban tras dos años muy duros con novedades en todos los ámbitos: Junta Directiva, entrenador y plantilla. Al equipo le costó arrancar, pero tras las navidades supo aprovechar una buena racha para asegurar la tranquilidad.
A partir de ahí, todos los estamentos del club se dejaron llevar y, aunque el equipo peleó por la Intertoto hasta la última jornada, era evidente que no estaba preparado para ello. Mejor, porque ahora podrán encarar el próximo año sin despistarse. Recuperar la ilusión de las gradas es fundamental y para ello, el equipo debe concienciarse para hacer un buen papel en la Copa y estar preparados por si alguno de los de arriba falla como este año.
El conjunto navarro, en cambio, ha sufrido hasta el último segundo por sus propios errores. Osasuna contaba con equipo suficiente para evitar tantos apuros, pero ha estado a punto de tirar el buen hacer del último lustro en el tramo final del campeonato. Las bajas de jugadores importantes de medio campo hacia arriba se han dejado notar y casi cuestan un disgusto.
El descenso del Zaragoza debe servir para valorar lo conseguido por los dos conjuntos y, sobre todo, para no caer en sus errores y seguir fieles a unos rasgos que siguen dando resultado.