«Resulta terriblemente pedagógico ver cómo los que se autoproclaman `caballeros de la ética' y se muestran dispuestos a combatir y arrinconar por la vía que sea a todos aquellos que no asuman sus premisas utilizan la muerte del padre de un concejal para hacer prosperar sus reivindicaciones», denunció la izquierda abertzale sobre el desarrollo y resultado de la sesión plenaria del lunes en Berriozar.

La mayoría de los partidos políticos representados en el Consistorio de Berriozar, salvo los ediles de NaBai y los de la izquierda abertzale, desoyeron la petición de un concejal independentista para retrasar el pleno por la muerte de su progenitor. Como consecuencia del rechazo a ese requerimiento y de que la única edil de IUN se alineó con UPN, PSN y CDN, la «moción ética» contra la izquierda abertzale prosperó en el Consistorio navarro.

Aunque los dos ediles de NaBai secundaron la protesta de los tres de la izquierda abertzale abandonando la sesión, después el alcalde de NaBai, Xabier Lasa, dejó entrever que atenderá el resultado de la votación, con una lectura dirigida hacia la suspensión del pacto de gobierno con la izquierda abertzale.

«Salto cualitativo» de IUN

El enfado de la izquierda abertzale de Nafarroa quedó patente en el comunicado emitido ayer y en el que censura tanto el «carácter represor» del texto aprobado como el proceder de la edil de IUN y las declaraciones del primer edil.

Para la izquierda abertzale, lo ocurrido el lunes por la tarde en Berriozar demuestra que «las mociones represivas ya no se sostienen ni por su vertiente ética», además de acusar a las formaciones políticas de que «son sus propios hechos los que han soterrado el pilar argumental de estas mociones». Y es que para los independentistas, «resulta terriblemente pedagógico» que aquellos partidos que actúan contra la izquierda abertzale bajo el pretexto de la «ética» utilicen en este caso «la muerte del padre de un conce-jal para hacer prosperar sus reivindicaciones».

Al respecto, concluyó que la actuación de UPN y PSN viene a demostrar «una sed inagotable de venganza, derivada del resentimiento hacia sectores que no hacen otra cosa que dedicar gran parte de sus vidas a mejorar las condiciones sociales y políticas de sus convecinos». Y, por consiguiente, la izquierda abertzale entiende que estas formaciones españolas lo que pretenden es neutralizar al «único garante del cambio político» en el país, desalojándoles de los ayuntamientos e instituciones en los que gobiernan o cuentan con representación.

«Sumisión» al Estado español

La concejala de IUN, Laura Jiménez, que en junio de 2007 unió su voto a los de la izquierda abertzale para aupar al gobierno municipal a NaBai, en la sesión del lunes se posicionó a favor del desalojo de los independentistas de los sillones municipales, emplazando para ello incluso al alcalde.

La izquierda abertzale consideró que «Izquierda Unida ha dado un salto cualitativo más en su alineamiento con el bloque españolista, perdiendo la poca credibilidad que le quedaba en términos de fuerza de izquierdas», además de demostrar con su «comportamiento inexcusable» la senda «involutiva en la que se encuentra».

Respecto al partido que ostenta la Alcaldía de Berriozar, Nafarroa Bai, la izquierda abertzale realizó dos lecturas diferenciadas. Por un lado, de agradecimiento por el «apoyo lógico» a la suspensión del pleno y la no presencia de sus dos representantes en protesta por llevarse a cabo. Pero, por otro lado, de denuncia contra las declaraciones que realizó el alcalde sobre la posible suspensión del pacto de gobernabilidad con la fuerza independentista.

La izquierda abertzale denunció de forma rotunda «la postura política» de Lasa, que indicó que «escuchará la voz del Pleno y hablará con los grupos que hagan propuestas constructivas». Para la izquierda abertzale, eso supone «que no hace sino apuntalar lo iniciado con la declaración del Congreso el 1 de diciembre de 2007».

Un comunicado aquel que, para los independentistas de Nafarroa, se traduce en «marginación de la izquierda abertzale, sumisión a la dinámica represiva emprendida por el Estado español y giro a la derecha, cerrando las puertas al cambio ansiado por la ciudadanía navarra» y, por extensión, del país.