Los votos de la derecha se imponen en el segundo debate sobre los OGM
GARA |
El debate sobre los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) volvió a ser fuente de confrontación en la Asamblea Nacional francesa. Su presidente, Bernard Accoyer, suspendió ayer durante un cuarto de hora la sesión en la que se votaba el polémico texto sobre los OGM y pidió a los diputados que abandonaran el hemiciclo tras la tensa discusión entre los grupos de izquierda y el parlamentario de Nuevo Centro Philippe Vigier.
Éste, haciendo uso de la palabra durante el voto sobre una moción presentada por el PS, dijo, entre otras cosas, que le hubiera gustado que en 1987 los representantes del PS hubiesen sido «algo más rápido» en legalizar los kits de detección del sida.
Enfadados por estas declaraciones, los diputados se levantaron para abuchear al orador de Nuevo Centro, al que impidieron continuar con su intervención.
Un diputado socialista se abalanzó sobre él, mientras los miembros de la derecha pedían «libertad de expresión».
La ley fue finalmente aprobada por la Asamblea Nacional y mañana deberá pasar su último trámite en el Senado.
El proyecto «estrella» del ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo y de la secretaria de Estado de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, ya tropezó la pasada semana, cuando ante la ausencia de diputados de la UMP, prosperó una moción de procedimiento que provocó el rechazo y obligó a convocar una comisión paritaria y a someter nuevamente a debate este proyecto legislativo, que ayer logró 289 votos a favor frente a 221 en contra.
No obstante, algunos diputados de la derecha consideran que el texto hace «demasiadas» concesiones a los grupos ecologistas. Éstos, por su parte, denuncian que se ha abierto la puerta a una posible «contaminación genética». Por este motivo, Greenpeace soltó ayer por la tarde mil globos amarillos en París para reflejar la contaminación del medioambiente.