Jugando poco más que un partido correcto, el Baskonia accedió a las semifinales que comenzarán el viernes ante Unicaja Málaga por la alfombra taronja que le puso ayer un Pamesa Valencia que volvió a defraudar en su visita a Zurbano. Lejos del acierto excelso que les sirvió para forzar el desempate en la Fonteta, 39% en tiros de dos y 13% en triples, el Pamesa apenas opuso resistencia y el equipo gasteiztarra tuvo un partido indigno de play off por el título.

Tras un inicio igualado donde se impusieron los ataques (8-8), incapaces de conectar a Douglas y Williams, al Pamesa se le fundieron los plomos y sus continuas pérdidas (9 en el primer cuarto), permitieron al Baskonia dar un importante estirón. Con Prigioni organizando y Rakocevic y Splitter anotando, las seis asistencias y seis recuperaciones locales, por una sola recuperación visitante explican muy fácil el 25-12 del primer cuarto.

Con porcentajes paupérrimos, los de Katsikaris seguían impotentes, agarrándose a dos clavos ardientes como la nula capacidad reboteadora del Baskonia (13-21 al descanso para Pamesa) y la falta de acierto local desde 6,25. No obstante, pese a los buenos minutos de descanso para Prigioni y algunos menos para Splitter (McDonald puso más intensidad pero sigue negado), la defensa al descanso era significativa 40-25.

Ni siquiera la estupidez de un Mickeal que se ganó dos técnicas seguidas en un pique con Garcés, permitió a Pamesa meterse en el partido. Rakocevic respondió con ocho puntos consecutivos y las pocas esperanzas del equipo valenciano se desvanecieron enseguida. Hubo unos pocos minutos en los que el ataque baskonista se mostró espeso y el Pamesa se acercó de la mano de la casta de Williams, pero el último cuarto estuvo completamente de sobra, ya que ni el equipo de Katsikaris soñó con la remontada ni el Tau quiso hacer sangre del rival.