Los resultados definitivos de esta elección parcial, que tuvo lugar el jueves, dan la medida de la debacle de los laboristas. El partido, que contaba en la circunscripción de Crewe y Nantwich con una ventaja de 7.000 votos, ha perdido esta vez por cerca de 8.000 sufragios.

Es la primera vez en un cuarto de siglo (1982) que el partido conservador (tory) logra una victoria en unas elecciones parciales. La debacle del laborismo está batiendo récords históricos no vistos desde los tiempos de hegemonía de la ex mandataria Margaret Tatcher.

El candidato de los tories, Edward Timpson, destrozó a la laborista Tamsin Dunwoody, hija de la diputada Gwyneth Dunwoody, cuya muerte provocó esta convocatoria electoral.

El hecho de que la aspirante viva en Gales sirvió a los tories para acusarla de «paracaidista». Su candidato, abogado y heredero de una rica familia de industriales, fue acusado de «aristo-tory» por los laboristas, en un intento de amarrar al electorado mayoritariamente obrero de esta circunscripción, conocida por su nudo ferroviario y por la fábrica Rolls-Royce.

Brown, que sucedió a Tony Blair en junio, trató de desdramatizar los resultados y los situó en el contexto de los problemas económicos que prometió atajar. Tras su derrota histórica en las municipales del 1 de mayo, Brown trata de frenar la caída de su popularidad con promesas fiscales y con una batería de iniciativas legislativas.

No obstante, la conferencia anual laborista de setiembre se antoja turbulenta, aunque sean precisos 71 diputados para poner en solfa su liderazgo.

Los tories preparan una nueva legislativa parcial en Henley (oeste de Londres), una vez que el nuevo alcalde de Londres, Boris Johnson, renuncie al escaño.