Al igual que viene haciendo últimamente con los comunicados de ETA, el Gobierno español rechazó ayer opinar sobre el último remitido a GARA por la organización armada vasca, con fecha del lunes.

La vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo del PSOE, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que su Gobierno «no comenta comunicados de una banda de asesinos» y se limitó a decir que «lo único que tiene que comentar el Gobierno es que va a seguir trabajando como hasta ahora, con el concurso de todos los ciudadanos de bien, para acabar definitivamente con la violencia terrorista».

El secretario de Organización y portavoz del PSE, Rodolfo Ares, utilizó un discurso similar y aseguró que su formación no desea «contribuir a amplificar los comunicados de una banda terrorista». En este sentido, añadió que «el único comunicado que nos importa» de ETA es uno que anuncie el abandono de la lucha armada y su disolución.

Sin embargo, tras esas manifestaciones, el representante del PSE dijo que «habrá que sacar conclusiones» y «asumir» que ETA «sigue materializando su firme voluntad de seguir cometiendo atentados y asesinatos». Asimismo, aludió a la consulta anunciada esta misma semana por el lehendakari Juan José Ibarretxe manifestando que la organización armada «no va a dejar la actividad terrorista por mucho que algunos se acerquen a sus reivindicaciones».

El secretario general del PP de la CAV, Carmelo Barrio, también trató de enlazar la consulta de Ibarretxe y el comunicado de ETA y afirmó que la organización armada «se sabe cómoda con la situación política del País Vasco». Al igual que los dirigentes del PSOE, Barrio señaló que comentar estos comunicados «no tiene sentido político» porque sus consideraciones «forman parte de un chantaje, de una nueva amenaza».

Silencio de Lakua, PNV y EA

A pesar de las manifestaciones de representantes de PP y PSOE mezclando la consulta de Ibarretxe y el comunicado de ETA, ningún representante de Lakua se pronunció al respecto. Desde PNV y EA tampoco lo valoraron esta vez.

La única formación del tripartito que trató el tema fue Ezker Batua. El partido liderado por Javier Madrazo estimó que ETA debe asumir «de una vez por todas» que «no es un agente político vasco» y que «no tiene ningún protagonismo activo» en el futuro de Euskal Herria.

«Su única alternativa es su disolución definitiva, la renuncia a la violencia para siempre y la defensa de sus postulados por cauces exclusivamente pacífi-cos y democráticos», aseguraron desde EB.

Aralar, por su parte, consideró que el documento de ETA demuestra que la organización armada está «totalmente alejada de la realidad y de los parámetros de la sociedad y no reconoce ni entiende a la sociedad actual de Euskal Herria».