Este fin de semana, en Riells i Viabrea, en la comarca de la Selva, han detenido a tres jóvenes `por un delito contra la salud pública'. (...) Dentro del coche encontraron ocho gramos de cocaína, una caja de zapatos llena de hachís y dinero escondido en diversos rinconcitos del auto. Los detenidos pasaron a disposición del juzgado de instrucción de Santa Coloma de Farners, que, para los tres, decretó libertad con cargos.

Estos mismos días, la Audiencia de Girona ha absuelto a dos muchachos (...). Los pillaron hace dos años, con cincuenta gramos de cocaína encima. (...)

Detenciones con libertades con cargos o con absoluciones son habituales en Europa entera, y contrastan con la que, también estos días, vive un ciudadano británico en Dubai. Lo han condenado a cuatro años de cárcel porque, en la suela del zapato, llevaba un suspiro de hachís, un pellizco microscópico. (...) Volvía a su país tras un viaje por los Emiratos Árabes Unidos. Lo detuvieron mientras caminaba por el aeropuerto de Dubai. La pizca de hachís que llevaba en la suela pesa exactamente 0,003 gramos, y de la sentencia condenatoria no lo salva el hecho evidente de que la pisó (como podía haber pisado un chicle o una colilla) y que fue así como le quedó pegada. Que 0,003 gramos de hachís no den ni para un peta no le evita tampoco las rejas (...).

Es una situación que no sólo permite ver la diferencia de usos y costumbres entre unos y otros lugares del mundo, sino que da un sentido inesperado a esa vieja expresión de tintes negativos que se usa en catalán, y que en este caso podría tomar la forma: `Ben bé, el senyor Brown ha trepitjat merda'. (Y que, curiosamente, se sitúa en las antípodas de la convicción castellana de que pisar mierda trae buena suerte).