Jorge Lorenzo, el «enfant terrible» dispuesto a batir a los intocables de motoGp
Jorge Lorenzo no deja a nadie indiferente. Su engreído carácter y su forma de pilotar provoca, a partes iguales, detractores y fervientes defensores. Pero desde luego lo que no se puede negar es que, incluso muy mermado físicamente, deja hasta el alma a lomos de su Yamaha.
Natxo MATXIN
Al paso que va, ya no se sabe quién va a necesitar más recambios, si su Yamaha o él mismo. Su irrupción en la categoría reina le está provocando más de un serio disgusto al mallorquín en su integridad física, lo que no ha sido óbice para que le siga echando casta sobre el asfalto. En Le Mans pasó de la silla de ruedas al asiento de su motocicleta y en Mugello volverá a correr con sus dos tobillos rotos, en pleno periodo de recuperación.
Fractura del astrágalo del tobillo derecho sin desplazamiento y rotura del ligamento lateral interno del izquierdo. Ese fue el parte médico que se le diagnosticó a Jorge Lorenzo tras su regreso de Shanghai a principios del recién pasado mes de mayo. Cualquiera en su sano juicio hubiera entendido el descanso de un piloto que ni siquiera podía sujetarse de pie, pero el balear corrió en tierras chinas y volvió a hacerlo en el circuito francés hace apenas dos semanas. «No podía defraudar a la gente ni a los patrocinadores», justificó fiel a su espíritu indomable.
Una actitud que le ha hecho entrar en el sacro santorum de la MotoGP como un elefante en una cacharrería, amenazando seriamente en su primer año el protagonismo de corredores como Dani Pedrosa y su propio compañero de escudería en Yamaha, Valentino Rossi. De momento, se encuentra emparejado con el de Sabadell, rival dentro y fuera de las pistas, en la segunda plaza, a sólo tres puntos del italiano y puede alardear de haber sido el novato que mejor cosecha ha obtenido en las cinco carreras de la máxima categoría que lleva disputadas. El Gran Premio de Portugal, dos segundos puestos, un tercero y un cuarto, además de dos poles, son el bagaje conseguido hasta el momento.
Claro que no resultan tan raros semejantes resultados espectaculares si se echa la vista atrás en la vertiginosa carrera deportiva de Lorenzo. Ya montaba sobre dos ruedas y un motor con apenas tres años de edad y lo ganó todo en categorías inferiores de motocross y trial en sus islas. Su paso en 1997 a los circuitos fue igualmente espectacular: un año después ganó la Copa Aprilia de 50cc., necesitó de un permiso especial en 2000 para poder competir en el campeonato estatal de 125cc. y se convirtió en el piloto más joven en ganar una carrera en el circuito europeo de esa categoría.
Ganó su primera prueba en el campeonato mundial del cuarto de litro en Río de Janeiro y, a partir de ahí, comenzó la racha de éxitos. Tres temporadas consecutivas más en 125cc., con un buen número de carreras ganadas, aunque sin hacerse con el entorchado final. Hasta que saltó al medio litro y se alistó con Aprilia, para conseguir en 2006 y 2007 barrer en los 250cc., consiguiendo sendos títulos mundiales. A sus 21 años -los cumplió en Shanghai el día después de romperse los tobillos- puede alardear de ser el piloto más joven de la historia en llegar a los cien grandes premios con el que disputará hoy en Mugello.
Chupa chups contra Repsol
Su trayectoria sobre el asfalto va unida a su fama de «enfant terrible», alimentada con la pugna que mantiene dentro y fuera de las pistas con Dani Pedrosa, que ya se iniciara cuando coincidieron en 250cc. y a la que le bastó una prueba de MotoGP para reavivar el fuego de la discordia entre ambos. Lorenzo adelantó al catalán en Qatar y se quejó posteriormente de que no fuera felicitado en el podio por el de Honda.
Nada nuevo bajo el sol del deporte de elite, donde ya es tradición fomentar la bipolaridad entre dos estrellas para propiciar el enfrentamiento, y por ende la atención mediática, de sus respectivas cohortes de fans, todo ello en beneficio de los patrocinadores, Chupa Chups en el caso de Lorenzo, y Repsol, en el de Pedrosa. Aunque el mallorquín parece haber aplacado su carácter en los últimos tiempos, incluso asegurando que quiere mejorar la relación con su rival. Eso habrá que verlo, porque genio y figura...
El italiano Valentino Rossi logró ayer su primera 'pole' del año en «su» circuito, Mugello, una pista en la que ha ganado seis veces consecutivas en los últimos años. El piloto de Yamaha estrenó un casco en el que se puede ver una foto de su cara con una mezcla de asombro, sorpresa y risa, para sentenciar unos entrenamientos que, de cara a la carrera de hoy, dejaron claro que sólo hay un favorito. Pocas veces las casas de apuestas pagarán tan poco.
El siete veces campeón del mundo batió a Dani Pedrosa (Honda), a Loris Capirossi (Suzuki), y al vigente campeón del mundo de MotoGP Casey Stoner (Ducati), que ocuparon las siguientes posiciones en la clasificación.
Héctor Barberá (Aprilia) saldrá desde la primera posición de la parrilla de salida del Gran Premio de Italia de 250 c.c.
El piloto vizcaino Efrén Vázquez concluyó los entrenamientos de la categoría de 125 c.c. en la 25ª plaza, por lo que iniciará la carrera desde la séptima línea de la parrilla de salida. Raffaele De Rosa ocupará el lugar de honor en la salida.