Paisley cede a Robinson las riendas del DUP tras 37 años de liderazgo
El actual ministro de Economía del Ejecutivo de Stormont, Peter Robinson, es el nuevo líder del DUP y el jueves será nombrado primer ministro en sustitución de Ian Paisley. Tras 37 años llevando las riendas del partido, el reverendo cedió ayer el mando a Robinson, a quien, consciente de que la división del poder con Sinn Féin era ineludible, se atribuye el cambio de estrategia de la formación unionista.
GARA |
El primer ministro del norte de Irlanda, el reverendo Ian Paisley, cedió ayer oficialmente las riendas del DUP al actual ministro de Economía, Peter Robinson, que este jueves será investido primer ministro del Ejecutivo de Stormont, en sustitución de Paisley. Se trata de la primera transición en los 37 años de historia del partido unionista.
Reunido en la sede del Consejo Municipal de Castlereagh, el Comité Ejecutivo del DUP formalizó el traspaso de poder. El reverendo, que rechazó hacer declaraciones a los medios, ya se despidió en la cena celebrada el viernes en Belfast a la que asistieron 350 militantes.
En un discurso cargado de emotividad, resaltó que republicanos y unionistas «nunca han estado tan juntos como lo están hoy, diciendo no más días malos, no más asesinatos» y celebró la continuación de este camino como «lo más grande». «Hay una gran unidad», reiteró. Estas declaraciones contrastan con su histórica intransigencia, que le valió el apodo de «reverendo no». Y aunque en los últimos años lo han rebautizado como «el abuelo de la paz», en la cena del viernes volvió a hacer gala de su imagen de duro al exigir el desmantelamiento del consejo de guerra del IRA y congratularse de que se va sin darle la mano al republicano Martin McGuinness, con quien compartía el Ejecutivo desde el 8 de mayo de 2007. «Nunca nos hemos dado un apretón de manos», subrayó. No obstante, resaltó la importancia del trabajo conjunto. «Estuvimos de acuerdo en hacer lo mejor, luchar para intentarlo y tomar las decisiones que se han tomado, si no amándonos, para poder vivir todos juntos. Y es lo que hicimos y creo que ha sido muy exitoso gracias, sobre todo, a la actitud de la gente», destacó.
Sobre su sucesor, confió en la promoción de una «nueva marca» en la que Robinson materialice «su propia forma» de gestionar. «No querría que fuese de otra manera, no quiero que sea una versión de mí, quiero que sea él mismo», insistió.
En su primera intervención como líder del DUP, Robinson reafirmó la importancia y solidez de la división de poder entre unionistas y republicanos.
Y al igual que su antecesor, expresó su deseo de iniciar conversaciones con el dirigente del Partido Unionista del Ulster (UUP), Reg Empey, que puedan llevar a una posible fusión. «Creo que es mucho lo que podemos hacer en cuanto a aprovechar el voto unionista», dijo.
Tras confirmarse su liderazgo, el primer ministro irlandés, Brian Cowen, le expresó su «apoyo y cooperación para trabajar juntos para el mutuo beneficio y el bien común de toda la población de esta isla. Es una persona con gran capacidad que disfrutará de los desafíos que hay por delante», manifestó.
En su despedida ante 350 seguidores, Ian Paisley resaltó con orgullo que se va sin darle la mano a Martin McGuinness, su gran rival durante años. No obstante, resaltó el «exitoso trabajo» junto al líder republicano.
Tras conocerse la salida de Paisley y antes de ser nombrado su sustituto, Robinson consideró que «cualquiera que sea el nuevo líder, tendrá un estilo diferente». Frente a la espontaneidad de Paisley, adelantó que él impondrá un estilo más corporativo y colectivo.
Durante mucho tiempo, ha estado a la sombra de Ian Paisley. Nacido el 29 de diciembre de 1948 en Craigantlet Hills, en la periferia de Belfast, es la llave maestra del DUP desde su fundación en 1971. Así, este antiguo agente inmobiliario se convirtió en 1980 en el número dos de la formación unionista, caracterizada entre otras cosas por su odio visceral hacia los republicanos y defensa a ultranza de la unión con Gran Bretaña.
En 1985, renunció a su escaño en el Parlamento de Westminster para denunciar la firma del acuerdo entre Londres y Dublín en material fiscal. Su postura se radicaliza cuando en 1986, entra a la cabeza de 500 militantes unionistas en Clontibret para denunciar «la falta de seguridad» en el «paso fronterizo» impuesto por el Gobierno británico. Semanas más tarde, es fotografiado en actitud paramilitar. Y siguiendo la línea de su partido, rechazó tajantemente la firma el 10 de abril de 1998 del acuerdo de paz de Viernes Santo.
Un año más tarde, aceptó el cargo de ministro de Desarrollo Regional, aunque no asistió a las reuniones del gabinete. Hasta la suspensión de las instituciones del norte de Irlanda en 2002, presentó su dimisión en varias ocasiones. Pese a su postura radical y consciente de que la división del poder con Sinn Féin era una cuestión ineludible, impulsó la renovación de la estrategia del DUP, que en las elecciones de 2003 relegó al anonimato al también unionista UPP. Hábil orador y pragmático, desempeñó un importante papel en las negociaciones que precedieron al acuerdo de Saint Andrews en octubre de 2006, que llevaron a la formación de un nuevo Gobierno compartido con Sinn Féin.