La ampliación de la zona euro con estabilidad de precios es el reto del BCE
El Banco Central Europeo deberá afrontar en los próximos años la ampliación de la zona del euro y el envejecimiento de la población de Europa con el objetivo de asegurar la estabilidad de precios, según se recoge en el boletín especial del décimo aniversario del eurosistema.
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«Durante casi diez años, la estabilidad de precios ha sido lograda ampliamente a pesar de que los fuertes incrementos globales del precio de las materias primas han afectado a Europa y el resto del mundo, conduciendo a una tasa de inflación que ha sido algo superior al 2% desde la introducción del euro», manifestó Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), en la presentación de la publicación especial de su boletín con motivo de la conmemoración del décimo aniversario del eurosistema.
Actualmente 15 estados integran la zona del euro y el 1 de enero de 2009 lo harán 16 con la entrada de Eslovaquia. En estos momentos, «doce países de la Unión Europea (UE) todavía no han introducido el euro y mantienen notables diferencias en su estatus legal y nivel de convergencia», recordó el BCE.
En esta edición especial del boletín, el BCE considera que es importante que disminuya la distancia entre las cifras reales de inflación y la percepción de los precios que tienen los ciudadanos del área euro. Esto ocurre porque los ciudadanos perciben «sólo» el aumento del precio de algunos de los productos que se tienen en cuenta en la elaboración del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA). «Mientras la tasa de inflación media ha sido consistente con la estabilidad de precios, las encuestas sugieren divergencias en la evolución de las cifras de inflación oficiales y la percibida por el público general», según el BCE.
Cuestión de percepción
La entidad monetaria considera que la principal razón de ello es que «los consumidores dan más importancia a la evolución de los precios de bienes y servicios que compran con más frecuencia», por lo que éstos artículos «tienen un impacto más fuerte en la percepción de la inflación que la cantidad de dinero gastada de hecho en ellos».
Entre 2002 y 2003 se produjo un fuerte incremento en la percepción de inflación por el consumidor y el porcentaje de consumidores que percibía que los precios habían subido mucho creció hasta el 38%, frente al 14% en 1999-2001.
En la próxima década, el Banco Central Europeo va a mantener su mandato de asegurar la estabilidad de precios a medio plazo, algo que ha definido hasta ahora y lo seguirá haciendo como una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo de 2%. Ello pese a que el continuado fuerte encarecimiento del petróleo y de algunos productos agrícolas incrementen cada vez más las presiones al alza sobre los precios.
La tasa de inflación de los estados que comparten el euro fue en abril del 3,3% y, según los pronósticos avanzados por los analistas, será mayor en mayo.
El BCE opina en el boletín que «la mayor parte de los países del área euro todavía necesitan impulsar su flexibilidad y adaptabilidad a choques», es decir, que deben continuar con las reformas estructurales en sus mercados laborales y de producto.
Pese a que el banco europeo considera que se han hecho progresos en la integración financiera, advierte de que es necesario un progreso ulterior en varios segmentos como la banca transfronteriza.
El BCE ahonda en la percepción que sobre la inflación tiene la ciudadanía y destaca que los consumidores dan más importancia a la evolución de los precios de bienes y servicios que compran con más frecuencia.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, considera que, con el euro, Europa tiene «ahora un `escudo' de dimensiones análogas a las de EEUU para hacer frente a los desafíos recurrentes de la economía global».
La economía mundial ha vivido diversas turbulencias en los últimos años y «ahora tenemos las oscilaciones del dólar y la impresionante corrección de las finanzas globales. Se puede imaginar lo que habría pasado a nuestras monedas nacionales sin el euro», reflexiona en una entrevista en un diario italiano. A Trichet, «debido a los desafíos de la globalización y el surgir de nuevas potencias económicas», la moneda única le parece «incluso más necesaria que hace diez años».
Sobre el nacimiento del euro, Trichet manifiesta que «hemos logrado algo extraordinario y de gran éxito. Fundiendo las monedas de algunos de los países más ricos del mundo hemos creado algo absolutamente nuevo y, en este sentido, hemos cambiado tanto la economía europea como la global».
