El Ballet de Biarritz Junior presentó ayer en colaboración con la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia, el espectáculo denominado «Lur Sagar». Se trata de un programa compuesto por tres obras de otros tantos coreógrafos europeos, que trasladarán sensibilidades tan diversas como las de Gran Bretaña, el Estado francés y Holanda a los escenarios del teatro donostiarra Victoria Eugenia.

El espectáculo, que se ofrecerá los próximos días 18 y 19 de junio, comenzará con la obra «Fútil» del coreógrafo Thomas Noone. Esta composición, que durará aproximadamente 26 minutos, describe «la historia de una relación cada vez más polarizada». «La coreografía está basada en la observación de una pareja y el espacio que les separa, les une o les rodea como metáfora de su relación», según explica el propio Noone.

La segunda coreografía, compuesta por Gaël Domenger, trasladará al tablado a dos bailarinas con el objetivo de buscar la fuente de «Jaar Edén», el río que irriga el Edén. Esta obra «constituye un cuestionamiento de nuestra propia naturaleza por medio de la misma, remontando a la fuente misma de nuestra esencia». Además, durante esa pieza, el acordeonista Jesús Aured tocará en directo sobre el escenario una composición de Franciscó López con sonidos que acercan a la selva y el agua.

Homenaje a la patata

Como colofón final, el experimentado coreógrafo israelí Itzik Galili pondrá en escena el reestreno de «Earth Apples» por parte de Dantzaz-BBJ «aportando a la obra una nueva dimensión y energía». Aunque originalmente fue creada para siete bailarines masculinos, esta coreografía la interpretarán seis jóvenes bailarinas y un joven bailarín, que «conectarán la frescura de su juventud con los antiguos orígenes de la tierra».

Según indicó la responsable artística de Dantzaz Elkartea, Adriana Pous, se trata de una coreografía «muy complicada por su potencia física», pero a su vez resaltó su faceta divertida, ya que se trata de «un homenaje a la siembra de patatas». Pous señaló que el espectáculo está dirigido «a toda la familia, incluyendo a los más pequeños». Los organizadores apuntaron que se trata del último espectáculo que producirán el Ballet Biarritz Junior y Dantzaz Elkartea conjuntamente ya que ambas entidades dejarán de ser socios a partir de julio, aunque seguirán colaborando en otros proyectos.

Aprender en casa

Pous quiso poner de relieve la importancia que conlleva el hecho de construir un espacio para que los jóvenes bailarines puedan aprender y desarrollar aquí sus dotes artísticas, ya que hoy en día son muchos, según indicó, los que se ven en la obligación de marcharse fuera por la carencia de organismos de desarrollo artístico para ellos.

El director del Koldo Mitxelena, Frantxis López de Landatxe, también enfatizó en ese aspecto y, tras felicitar a Dantzaz Elkartea por su labor, señaló que dicha plataforma «nos ofrece un espacio de trabajo de profesionalización para que los jóvenes tengan la oportunidad de bailar».