A manos de Mark Chapman
«El asesinato de John Lennon»
Como si quisiera dejar definitivamente atrás su imagen de guaperas, Jared Leto lleva una carrera abocada al transformismo. Esa obsesión le ha llevado incluso a jugarse la salud, aunque los resultados en pantalla no fueran merecedo-res de semejante esfuerzo, que es lo que le ocurrió en la fallida «Corazones solitarios». En «El asesinato de John Lennon» da un paso más, hasta resultar irreconocible a fuerza de engordar treinta kilos, pero consiguiendo un perfil criminal más perturbador y cercano a la realidad a imitar. No en vano la película de J.P. Schaefer se centra por entero en la figura de Mark David Chapman, y en las oscuras motivaciones que le empujaron a acabar con la vida del músico John Lennon. Si Yoko Ono montó en cólera, al ver este triste «biopic», es debido a que su ex marido deja de ser el famoso, siendo el asesino quien reclama toda la atención del público, confirmando que los sicópatas también alcanzan popularidad.
Se debe prestar atención al título original, habida cuenta de que «Chapter 27» alude al capítulo que Chapman pretendía añadir a la novela de D.J. Salinger «El guardián del centeno», de la cual había hecho una lectura enfermiza, tal como revelan las entrevistas en las que se basa la película. Se creía un alter ego de Holden Caulfield e intentaba seguir en la vida real los pasos que el personaje daba en el libro, alojándose en caros hoteles de Nueva York, hasta que ya le fue imposible y tuvo que pernoctar en un albergue de las juventudes cristianas YMCA. Su atentado contra Lennon era premeditado, y por eso la narración sigue de forma deliberadamente monocorde las horas que pasó al pie del edificio Dakota, haciendo guardia junto a otros fans del ex Beatle, que acaba de sacar su disco «Double Fantasy» juntamente con Yoko Ono. Chapman tuvo tiempo de que le sacaran fotos dejando que su supuesto ídolo le firmara el álbum. Entre las chicas con las que coincide en el lugar está la denostada Lindsay Lohan, en todo un atrevimiento de casting.