Juan José Ibarretxe desayunó ayer con la noticia de GARA que anticipaba que ezker abertzalea no vetará su consulta. Antes de la comparecencia de sus parlamentarias para detallar su posición exacta en el pleno de hoy, el lehendakari expresó en Herri Irratia su satisfacción por este hecho, pero por encima de ello reiteró su llamamiento al PSOE para que no se quede anclado en el no.

«¿Qué tipo de demócrata es el que tiene miedo a consultar a sus propios electores? ¿En qué tipo de democracia vivimos?», se preguntó Ibarretxe.

Tras valorar que «es evidente que la izquierda abertzale ha hecho su recorrido» y afirmar que desde el inicio previó que el proyecto iba a salir adelante en el Parlamento, Ibarretxe dirigió su mensaje al PSE de Patxi López. «A partir de ahora, no entendería que el PSOE no haga también ese recorrido», planteó.

Para Ibarretxe, al margen de las explicaciones que dé cada uno a sus propias bases, lo relevante es el sentido de voto que empleen hoy en el Parlamento. Al respecto, espetó al PSOE que «le quedan 24 horas» para tomar una posición, y reiteró que oponerse a la consulta resultaría incomprensible.

Se adelantó, además, a las críticas seguras de PSOE y PP por el voto a favor de la izquierda abertzale, que al final resultará decisivo. Les planteó que «cuando sus votos se suman a los de PSOE y PP no pasa nada, no levantan la voz cuando lo han utilizado numerosas veces para derrotar al Gobierno», les repro- chó Ibarretxe.

Recurso seguro

Lo cierto es que, pese a los llamamientos hasta el último minuto del lehendakari, el PSOE tiene muy claro que se alineará con el PP en contra de la consulta. El Gobierno de Zapatero ya anticipó a través de la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, que presentará automáticamente un recurso ante el Tribunal Constitucional español cuando la Ley de Consulta tenga el aval parlamentario. Por eso, ayer mantuvo silencio. Sin embargo, el portavoz del PSOE en el Congreso y ex ministro de Interior y Defensa, José Antonio Alonso, no dejó duda alguna de su posicionamiento.

Así, Alonso manifestó que la consulta planteada por Ibarretxe «no tiene ningún futuro» y que supone únicamente «el plan de la discordia» al crear «mucha incertidumbre» en Euskal Herria.

A todo ello añadió la enésima confirmación de que apelarán al Tribunal Constitucional, una iniciativa que automáticamente tiene carácter suspensivo y que además el PNV ha dicho que acatará. José Antonio Alonso subrayó que la iniciativa «es claramente inconstitucional».

No opina lo mismo Ibarretxe, que en la entrevista a Herri Irratia abundó en que para acudir al Constitucional el Gobierno del PSOE «tendrá que dar algún tipo de argumento, porque yo no conozco ninguno».

«El último argumento muy convincente que dio el PSOE fue por boca del señor Blanco, que dijo que ve en mí cualquier cosa menos un lehendakari. Es el argumento jurídico más potente en contra de la iniciativa que estamos presentando», afirmó.

«Se han pasado 30 años diciendo que los vascos les digamos lo que quieren -enfatizó Juan José Ibarretxe-. Correcto, lo vamos a decir. Cuando le vamos a preguntar a la sociedad vasca, cuando las instituciones democráticas le decimos que hable, ¿qué nos va a decir entonces el Gobierno español? ¿Va a decir que no quiere oírlo? Es un contrasentido», remachó.

Disquisiciones jurídicas al margen, desde el PSOE llovieron voces contra la iniciativa desde diversos ámbitos. El portavoz de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, censuró que Ezker Abertzalea lo avale a pesar de que «sabe que es sólo una bandera electoral». Y por lo que respecta a las declaraciones de Ibarretxe, le replicó que «es un insulto a la inteligencia» que todavía inste al PSE a sumarse a la consulta. Añadió que «es obsceno y grotesco afirmar, como ha hecho el señor Ortuzar, que los socialistas han tenido la culpa de que se echen en brazos de EHAK».

Desde Araba, el secretario general del PSE en el herrialde, Txarli Prieto, introdujo nuevos argumentos. Reprochó al lehendakari que la votación de hoy «va a bloquear definitivamente el Gobierno y las instituciones vascas» y que supone un «desprecio a la sociedad alavesa y a sus instituciones».

En cualquier caso, tanto Ares como Prieto quisieron lanzar también mensajes tranquilizadores. Ambos incidieron en que la consulta programada por Ibarretxe para el 25 de octubre «no se va a hacer». El dirigente alavés añadió metafóricamente que Ibarretxe «ha iniciado una ascensión en la que acabará perdiéndose entre las nubes».