Zenarrutzabeitia anuncia una respuesta dura y legal a Madrid
La vicelehendakari, Idoia Zenarrutzabeitia, anunció ayer «una respuesta dura para denunciar la baja calidad democrática del Estado español» en el que caso de que el Gobierno de Zapatero logre que el Tribunal Constitucional suspenda la celebración de la consulta aprobada el viernes por el Parlamento de Gasteiz. La respuesta se dará en el ámbito jurídico, institucional y político, con rigor y con seriedad y siempre dentro del cumplimiento de la legalidad.
GARA |
La vicelehendakari del Gobierno de Lakua, Idoia Zenarrutzabeitia, anunció ayer una respuesta dura dentro del marco legal a la posible suspensión de la ley de consulta aprobada el viernes en el Parlamento de Gasteiz. Pese a que los pasos que dará el Ejecutivo de Zapatero, recurriendo la ley y demandando su suspensión al Tribunal Constitucional, están anunciados y comprometidos, los representantes del Gabinete de Ibarretxe siguen sin concretar cuál será su estrategia ante este nuevo portazo a la Cámara autonómica.
En plena sintonía con el mensaje oficial mantenido por Lakua hasta la fecha, Idoia Zenarrutzabeitia recordó que el lehendakari «intentó, por activa y pasiva, y tras dos encuentros con el presidente del Gobierno español, llegar a un acuerdo para materializar la consulta» y denunció que antes de conocerse el contenido del proyecto de ley «ya teníamos a Zapatero, o a sus ministros o viceministros y todos los adláteres diciendo que era inconstitucional».
Remarcó la vicelehendakari que el procedimiento de elaboración y aprobación de esta ley ahora o el Nuevo Estatuto Político, anteriormente, se han desarrollado «de acuerdo con los establecimientos legales y de nuestro propio Estatuto». Frente a ello, denunció que «llevamos una colección de 'noes'. El 'no' al desarrollo del Estatuto de Gernika, el 'no' al Estatuto político vasco, y ahora el 'no' a la consulta, sin hablar ni debatir. Y eso, cuando menos, significa una baja calidad democrática de los representantes del Gobierno español».
Ante a tantos `noes', Zenarrutzabeitia manifestó que Madrid «cuando menos, merece, una respuesta dura para denunciar la baja calidad democrática del Estado español en ésta y otras cuestiones». Y anunció tres tipos de respuesta, «respuestas jurídicas, las que corresponda, respuestas institucionales, que nos competen, y desde un punto de vista político-institucional, con toda seriedad, con todo rigor, pero también con toda contundencia».
A vueltas con las vainas
En cuanto al resultado de la votación parlamentaria, la vicelehendakari señaló que «como una ley ordinaria, las reglas de juego es que haya más 'síes' que 'noes' y más 'síes' que 'noes' ha habido».
Sin embargo, resulta evidente que el posicionamiento de Ezker Abertzalea no le gustó. Tal como dijo el lehendakari, Juan José Ibarretxe, le emplazó a que «se deje de excusas, de vainas, y que clarifiquen desde su propia posición política cuál era su posicionamiento sobre la Ley de Consulta».
Según su visión de la realidad, «cuando hay iniciativa política por parte de las instituciones vascas, en este caso, del Gobierno vasco, resulta que todo este mundo se revuelve porque no hace más que ver en las instituciones, en este caso, en el Gobierno, en el PNV y en el tripartito el espejo de su fracaso».
Mugica, aburrido
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, afirmó ayer ante la prensa en los Cursos de Verano de El Escorial que «confía y estima» que el recurso que interpondrá el Gobierno español ante el Tribunal Constitucional y la reacción del pueblo vasco «darán respuesta» a la propuesta del lehendakari.
Con su habitual léxico -y falta de consideración institucional- añadió que las propuestas de Ibarretxe «ya ni siquiera» le irritan, sino que le «aburren».
Zenarrutzabeitia dijo que todo son `noes' desde Madrid: al desarrollo del Estatuto, a un nuevo Estatuto y ahora a la consulta, y siempre sin hablar ni debatir, lo que le llevó a denunciar «la baja calidad democrática».
Según la vicelehendakari, cuando hay una iniciativa política del Gobierno de Lakua la izquierda abertzale «se revuelve» porque ve en el PNV y en el tripartito «el espejo de su fracaso».