Savina Cuéllar, indígena quechua de la Alianza Comité Interinstitucional (ACI) fue elegida el domingo como gobernadora de Chuquisaca con el 73,3% de los votos, según datos parciales difundidos ayer por la Corte Nacional Electoral, lo que representa un revés para el presidente de Bolivia, Evo Morales que ahora deberá lidiar con seis gobernadores provinciales de la oposición y aliados a organizaciones «cívicas» que se oponen a su política de reformas económicas y sociales así como la nueva Constitución.

Los otros dos candidatos al cargo, Walter Valda, del Movimiento al Socialismo (MAS), y Felipe Cruz, de Alianza Social, obtuvieron el 22,3 y el 4,4%, respectivamente, según esos datos.

En 2006, Savina Cuéllar fue candidata por el MAS a la Asamblea Constituyente, pero renunció al partido cuando éste rechazó la capitalidad plena para Sucre, capital histórica del país y sede del poder Judicial boliviano, que en 1899 cedió a La Paz la ubicación del Ejecutivo y el Legislativo. Sucre fue en noviembre y diciembre de 2007 el epicentro de una serie de protestas en contra de la nueva Constitución y de la Asamblea Constituyente, que había excluido de su agenda el debate sobre el traslado de todos los poderes a la capital de Chuquisaca.

En medio de aquellas protestas, en las que murieron tres personas, una turba atacó la casa del prefecto David Sánchez, del MAS, lo que le obligó a buscar refugio en Perú y a convocar elecciones anticipadas.

Una de las banderas de la campaña de Cuéllar fue su compromiso de impulsar un referendo en todo el país para que Sucre recupere la capitalidad plena, para lo que deberá coordinarse con el resto de gobernadores. Otro de sus ejes fue la cuestión de la autonomía departamental -que en 2006 fue rechazada por más del 56%-. Para dar continuidad al movimiento autonomista, Cuéllar deberá convocar en un mes una consulta sobre el estatuto. De prosperar el proceso, Chuquisaca se sumará a la «media luna», los cuatro departamentos en los que recientemente ganó el «sí» a la autonomía.

Durante la jornada electoral estaban convocadas a las urnas un total de 210.000 personas, pero se registraron un alto número de denuncias de personas que habían sido eliminadas del censo electoral y no pudieron votar, sobre todo en áreas rurales, donde el apoyo al MAS es mayor. La Policía, por su parte, detuvo a tres universitarios con 29 cartuchos de dinamita.