Las autoridades abjasas han decidido cerrar a partir de hoy sus fronteras con Georgia tras una serie de atentados en los que ven la mano de Tbilissi.

El domingo, dos atentados con bomba tuvieron lugar en la estación balneario de Gagra, a orillas del Mar Negro.

Ayer, otras dos explosiones sacudieron a la capital abjasa, Sujumi, dejando un saldo de media docena de heridos.

Georgia ha negado responsablidad alguna en estos ataques.

Turismo y refugiados

Los responsables abjasos aseguran que estos atentados tendrían como objetivo sabotear la temporada turística, cuando miles de rusos llegan en verano a las costas de este territorio, enemigo de Tbilissi y aliado de Moscú. El turismo representa una de las principales fuentes económicas para la población abjasa.

El cierre de la frontera afectaría directamente a los miles de georgianos que viven en la región de Gali, este de Abjasia, y que cruzan frecuentemente la frontera para comerciar o para visitar a los parientes. La guerra de 1991 provocó cientos de miles de refugiados.