La Exposición Mundial del Petróleo y el Centro Global de Oportunidades de Negocio, que se enmarcan dentro del programa de actividades del décimonoveno Congreso Mundial del Petróleo, que se celebra en Madrid hasta el jueves, reúne a las mayores multinacionales del sector como BP, Chevron, CNOOC, ConocoPhiplips, Dragados Industrial, Ecopetrol, ExxonMobil, ENI, Fluor, Gazpromneft, GE Oil &Gas, Repsol YPF, Shell, Qatar Petroleum, Saudi Aramco, Schlumberger, Sinochem, Sinopec, StaoilHydro, Total y Weatherford, entre otras multinacionales. En la agenda del primer día se produjeron manifestaciones contrapuestas sobre la responsabilidad de que el precio del crudo se haya duplicado en los últimos años.

También diversas organizaciones sociales, sindicales y ecologistas agrupadas en torno al «Encuentro Social Alternativo al Petróleo» se manifestaron pidiendo la búsqueda de alternativas energéticas y acusaron a las multinacionales de «estar destruyendo el planeta a cambio de la obtención de enormes beneficios económicos». Un grupo de unas cien personas de la plataforma «Rompamos el silencio» irrumpieron en el edificio de la Bolsa de Madrid para protestar por el congreso mundial.

El ministro español de Industria, Miguel Sebastián, reclamó en la inauguración del congreso mundial que haya una mayor regulación para evitar la especulación petrolífera. Para él, «en el incremento del precio del petróleo existe un claro componente especulativo» y dejó claro que en este sector existe una burbuja» y de hecho afirmó que «las operaciones en los mercados financieros de futuros de los fondos de inversión han supuesto un aumento de la demanda de crudo de 850.000 barriles diarios». Los productores de la OPEP insisten en que «no hay escasez de crudo en el mercado», sino que reconocen que hay una especulación con el «oro negro». En Bruselas, por el contrario, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, atribuyó la elevada inflación del 4% en la eurozona al aumento de los precios del petróleo y de los alimentos. Ello supone que las economías europeas, al tener que importar crudo y materias primas alimenticias, «se empobrecen como consecuencia de este aumento de los precios» y envían parte de su riqueza «a los países productores», indicó. En este caso, precisó que la subida del petróleo se debe «a la oferta y a la demanda, y no a la especulación». En esta línea también se posicionó el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, que minimizó la influencia de la especulación en el alto precio del crudo, aunque reconoció que «las inversiones financieras han acudido a las materias primas como valor de refugio», mientras que el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, apostó por medidas que introduzcan más transparencia en el mercado internacional del petróleo para «dar seguridad a los inversores» y, por otro lado, «confianza a los consumidores».