Raimundo Fitero
Cosas de la tele
El Follonero, Jordi Évole, ha encontrado una manera de hacer televisión que tiene un punto de juego, otro de denuncia y un mucho de cachondeo irónico sobre aquello que trata y que aumenta su causticidad por el tono empleado por el conductor. Su última entrega ha sido la de «Salvados por al televisión», y, ha sido el mejor de la serie, con mucha diferencia. Se ha atrevido a mostrar sin apenas enfatizar, ni ponerse campanudo, la cantidad de barbaridades y detritus que se nos ofrece constantemente en todas las cadenas. Y lo ha hecho con el ejemplo, y una de las afectadas directamente ha sido Patricia Gaztañaga a la que le colocaron dos submarinos en su programa que la hicieron llorar con una poesía supuestamente escrita por la madre de un participante, y que viene a demostrar que los equipos de selección de personajes para ocupar las sillas y sillones de estos espacios de realidad adulterada, de testimonios personales, no tienen escrúpulos y que la broma, la encuentro merecida, y que está muy por debajo de la cantidad de daño moral y sicológico que a lo largo de su carrera en Antena 3 ha ido proporcionando.
Pero como la realidad televisiva es constantemente más alucinante que cualquier análisis, o selección de los momentos más paradójicos o curiosos, resulta que en dos concursos, emitidos, por cuestión de la contraprogramación entre las generalistas tan en boga, en horario coincidente, contaron en esa entrega con un mismo concursante, que se ha hecho famoso, y del que conocemos que se llama Gonzalo Belaustegui, que tiene dos carreras, pero que trabaja de comercial, y que en esa duplicidad televisiva se hizo con treinta y un mil euros en premios, es decir, un sueldito bien hermoso.
Ese don de la ubicuidad ha servido de noticia veraniega, pero es algo más que habitual. Si ustedes tienen la mala suerte de ver los programas de fin de año, allí se encuentra el don de algunos cantantes en promoción para estar en dos, tres y hasta cuatro programas a la vez. Hay momentos en la que existen series (esto es cada vez más difícil) en el que hay actores o actrices en diferentes cadenas. Son cosas de la tele