Con Patti Smith, la historia del rock continúa pasando por Bilbo
No llegó a la universidad, pero con talento y pasión por las letras Smith consiguió darle una vuelta más a la poesía y a las aulas. Con casi treinta años descubrió lo intenso que puede ser el rock y con «Horses», que en setiembre cumplirá tres décadas de vida, consiguió situarse entre los nombres más singulares del rock. Hoy, viuda de Fred Sonic Smith, guitarra de MC5, gira con sus pasionales canciones acompañada por el hijo común, Jackson Smith.
Pablo CABEZA | BILBO
Patti Smith, 62 años, fue la primera hija del matrimonio formado por Grant y Beverly Ann Smith. De su padre, un proletario, tomó la costumbre de leer y de su madre, camarera, aprendió a imaginar. Con cuatro años sus padres se trasladaron de Chicago a la zona norte de Filadelfia, donde la pequeña Patti padeció todo tipo de males: paperas, varias neumonías, varicela, fiebres reumáticas... y la escarlatina. Periodos de descanso que le sirvieron para poder escuchar los discos que le regalan sus padres. En la escuela, con tan solo ocho años, ya era diferente vistiendo. Y aún fue más distante cuando le tuvieron que poner un parche en el ojo al diagnosticarsele «ojo vago». Se reían de ella, pero Patti canalizaba todas sus contrariedades hacia la fantasía. En la escuela, la profesora les pidió a sus alumnos que hablasen de un país, y que ese sería su país por todo el año. Smith eligió el Tíbet. La profesora le dijo que eso no es un país y que buscase otro. Y que, además, no iba a encontrar información sobre él. Aun así, Patti no se rindió e insistió hasta salirse con la suya. Hoy, junto con Tina Turner y Laurie Anderson, es uno de los músicos más populares del budismo.
Con 21 años, los estudios a medio acabar, la poesía -donde perturbaba las normas de la gramática y la ortografía- y la prosa cada vez más caladas, como su andrógina imagen, Smith se situó en Nueva York. Amaba a Rimbaud, Jean Genet, Baudelaire, T.S. Elliott, Lorca..., pero también a Jimi Hendrix, Morrison, Dylan... y, con el tiempo, a todo el rockerío surgido en Nueva York en el inicio de la década de los setenta: Televisión, Ramones... En Nueva York se unió sentimentalmente al fotógrafo Robert Mapplethorpe, artista bixesual responsable de la portada de «Horses», álbum con el que comenzó su verdadero lío con el rock.
El Festival se caracteriza por la inclusión entre sus representaciones de las piezas más audaces y atrnazas más audaces y atrnazas más audaces y atrnacional. Así, entre lo más nuevo, cabe señalar la obra «Fuck you» del irlandes Jonny Backup, o la monodanza «Soommerband» de los islandeses Fiörmon.
Fecha: Lunes 21 de julio.
Lugar: Santana 27. Barrio de Bolueta (Bilbo).
Hora: 21.30 h.
Precio: 30 euros anticipada y 35 en taquilla.
Exposición: Patti Smith regresará de nuevo a Euskal Herria (Gasteiz) el 30 de octubre para exponer en Artium una serie de dibujos, poemas, fotografías y escritos.
En 1971, la imagen masculina de Patti Smith se suaviza al descubrir a Jeanne Moreau. Un año después se desplaza a París y visita la tumba de Jim Morrison. Ante él siente que ella es, además de poeta, una artista de rock como el propio Morrison. En 1973 consigue recitar poesía -no fue fácil- como telonera de New York Dolls, uno de los grupos emergentes del joven glam-trash. Ese mismo año, y ya con tres libros de poemas publicados, Smith se dice que tiene que apostar decididamente por el rock.
Contacta con su amigo y guitarrista Lenny Kaye y juntos ofrecen numeros actos de poesía y rock. Tras numerosas actuaciones, todas ellas con el nervio suficiente como para resultar no sólo llamativas, sino espectaculares, llega la oportunidad de grabar el primer disco, «Horses», con producción de John Cale, de lo que se arrepiente.
Tres décadas después de la edición de «Horses» Patti Smith, 62 años, se acerca por primera vez a Bilbo. Por el camino ha dejado declaraciones a favor del pueblo palestino y en contra del israelita, señalar que no tiene miedo al terrorismo árabe sino a su propio gobierno, que vivimos en el momento más corrupto y malvado de toda la historia: «Los gobiernos y las corporaciones son corruptos. Duermen juntos y dominan el mundo juntos. Yo no quiero pagar mis impuestos. Con mi dinero están comprando armas, bombardeando pueblos y matando niños».
A Bilbo se acerca con los veteranos Lenny Kaye (guitarra) y Jay Dee Doherty (batería) más su hijo Jackson Smith (guitarra) y Tony Shanahan (bajo y teclados). Se avanza que tocará algo más de dos horas y que recorrerá los mejores y más dinámicos momentos de su carrera.
P. C.
