A los junteros de la izquierda abertzale en Araba les ha sido suficiente un año para ver que, frente a lo que anunció Xabier Agirre en su investidura, el modelo de gestión del PNV «no tiene diferencias con los modelos de anteriores legislaturas».

En una comparecencia realizada al objeto de hacer balance, los apoderados independentistas recordaron las dificultades que han encontrado al volver a las Juntas Generales -«no esperábamos otra cosa», señalaron-, y destacaron que de los cinco junteros que les otorgaron los electores, «nos robaron uno». A pesar de ello, insistieron en que son los cinco, que comparecieron juntos ayer, «los que conformamos este equipo». Después vino la suspensión del grupo y los recortes económicos, donde el PNV «fue un aliado fiel contra la izquierda abertzale».

Frente a ello, valoraron positivamente el hecho de haber dado voz a las propuestas de la izquierda abertzale y haber abierto las puertas de esta institución a colectivos y movimientos sociales alaveses.

El PSE «manda»

Para la izquierda abertzale, «hoy es el día en que se puede decir que en la Diputación manda el PSE, que controla los ritmos y maneja todas las iniciativas». A modo de ejemplo, citaron lo sucedido con los Presupuestos, la actuación en temas como Trebiñu, el euskara y las políticas sociales, y la elección de la dirección de la Caja Vital.

Por ello, valoraron que «no hay renovación, sino continuismo de anteriores políticas» ya que «a la hora de gestionar la institución o en los temas de calado no hay diferencia entre PNV, PP o PSE». «Ha quedado probado que la única posibilidad de cambio en Araba sólo puede venir de mano de la izquierda abertzale», apuntaron.