Una concentración ciudadana exigió ayer a las fuerzas armadas españolas que desfilaron por el muelle de Donostia que abandonen el país y «que nos dejen en paz». La procesión de los militares transcurrió custodiada por un fuerte dispositivo de la Ertzaintza y entre gritos como «Independentzia», «Alde hemendik» y «Violencia la vuestra, torturadores».

Respondiendo a la convocatoria del movimiento pro amnistía, un centenar de personas acudió al mediodía al puerto de la capital guipuzcoana, donde tuvo lugar una breve procesión de las autoridades militares españolas. De la misma manera que en años anteriores y con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, los mandos de la Comandancia de la Marina de Donostia celebraron una misa en una iglesia cercana al muelle, a la que también asistieron oficiales del Ejército y de la Guardia Civil.

La zona fue acordonada

Para las 12.15, numerosos ertzainas pertrechados con porras y peloteros ya habían acordonado la zona. Las y los ciudadanos que se dirigían al puerto por la calle Ijentea tuvieron que esperar o tomar otro camino. «Pero tengo que ir a buscar a mis hijas», expresaba una mujer. «¿Y puedo ir por las calles interiores?». «Aparque ahí fuera y espere veinte minutos», le ordenaron a un motorista. El tiempo pasaba y los agentes continuaban pidiendo a la gente que esperara veinte minutos. Obligaron a dar la vuelta incluso a una ambulancia.

No fueron los policías los únicos que tomaron los alrededores. Se reunieron ciudadanos de todas las edades, pero sobre todo jóvenes, con la intención de protestar ante el desfile. Los militares e invitados que después del acto religioso se dirigían a pie a una recepción en el Club Náutico fueron recibidos entre silbidos y gritos como «Fuera las fuerzas de ocupación», «Hablan de paz, torturan y asesinan» o «La represión no es la solución». También escucharon reivindicaciones en favor del respeto de los derechos de los presos políticos, de la amnistía y de la ikurriña. Así como la famosa canción que dice «Que se vayan, se vayan, se vayan...».

La protesta finalizó entonando el «Eusko Gudariak» puño en alto y gritando «Gora Euskal Herria askatuta! Indar okupatzaileak kanpora!».