Pablo CABEZA

Lo más elegante y original de una crítica del nuevo disco de Carla Bruni, es no citar nada referente a Sarkozy, por lo que no somos ni lo uno ni lo otro. «Y quiero alborotar las piedras / cambiar el rostro de mis noches / cargarme tu misterio / y el tiempo déjalo de mi cuenta...», escribe y canta Carla Bruni en «Déranger les pierres», uno de los cortes de «Comme si de rien n'était». Momento en el que uno se pregunta cómo un ser con tanta sensibilidad e inspiración puede caer en los brazos de un zafio como Sarkozy. Dice Carla, además, que su piel se siente de izquierdas, pero que en las próximas elecciones votará a su marido. En fin, que difícil lo pone esta italiana que narra en francés, el mejor de los idiomas posibles para cantar chanson o lamer los bordes del pop, y compone con raíz folk norteamericana. Bruni versionea «You belong to me», canción tradicional popularizada por Bob Dylan, y le queda curiosa. Escoge también «Il vecchio e il bambino», del anarquista italiano Francesco Guccini (escritor y músico de 65 años y ya con 19 discos). En cualquier caso, y por si las moscas, el corte es instrumental; es decir, políticamente correcto en casa de Nicolás. Bruni, ex de Clapton y ex Jagger, convenció a miles con la naturalidad y encanto de sus dos primeros álbumes, en especial debut «Quelqu'un m'a dit», millonario en ventas; sin embargo, «Comme si de rien n'etait», aun con valores, pierde encanto y flojea en timbre vocal. Carla, insuficiente.