Uribe reconoce el uso del emblema del CICR en la «Operación Jaque»
El Gobierno colombiano lo negó de manera insistente. Incluso ayer, el vicepresidente, Francisco Santos, dijo estar «absolutamente convencido» de que los militares no utilizaron el emblema de la Cruz Roja Internacional en la muy mediática «Operación Jaque». Horas después, el presidente, Álvaro Uribe, tuvo que admitir que utilizaron la insignia de este organismo internacional. Argumentó que se trató de una acción personal, «fruto del nerviosismo» de un oficial.
GARA |
Al presidente colombiano Álvaro Uribe no le quedó más remedio que reconocer que durante la mediática «Operación Jaque», en la que liberaron a quince personas, entre ellas a Ingrid Betancourt, utilizaron los emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
«Lamentamos que esto haya ocurrido», se limitó a decir. En un intento por justificar el uso engañoso y sin consentimiento de este emblema, Uribe dijo que «cuando el helicóptero se aprestaba a aterrizar, uno de los oficiales vio tal cantidad de guerrilleros que se puso en una situación de mucho nerviosismo, temió por su vida y sacó el pedazo de tela con los símbolos del Comité Internacional de la Cruz Roja que llevaba en su bolsillo y lo puso sobre su chaleco»
Aseguró que no revelará el nombre del oficial y que tampoco será sancionado por su conducta. «Asumo la responsabilidad. Le vamos a pedir que tenga el valor de pedir a sus compañeros de misión que lo perdonen», manifestó el mandatario.
Según las normas del Derecho Internacional Humanitario, el uso de las insignias del CICR en operaciones diferentes a las humanitarias supone una violación de la Convención de Ginebra, que puede ser sancionada en los tribunales internacionales como «delito de guerra».
Horas antes, el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, afirmó estar «absolutamente convencido» de que los militares no utilizaron dicho emblema y ensalzó la relación de «confidencialidad y confianza» entre el Ejecutivo y el CICR.
El CICR subrayó que «toma nota» de la declaración de Uribe, a quien recordó que su emblema «debe ser respetado en todas las circunstancias y no puede ser usado de manera abusiva». Resaltó su importancia como «signo protector que permite acceder a las zonas más afectadas por el conflicto y llevar a cabo sus actividades de protección y asistencia humanitaria a sus víctimas».
El uso de su emblema se ha sabido a raíz de una filtración de la CNN. Su corresponsal en Bogotá explicó que una fuente militar le mostró un vídeo y tres fotos en las que supuestamente se demostraba la utilización de este emblema en la «Operación Jaque». Al parecer, según explicó el periodista, dicha fuente quiso venderle este material que decidió no comprar.
Ante esta información, delegados del organismo internacional acudieron el viernes al patio de la prisión de máxima seguridad de La Picota, al sur de la capital, para hablar con el guerrillero apodado «César», detenido en aquella operación. Éste les aseguró que «más o menos, tres personas portaban emblemas» del CICR, y que una o dos, «tenían acento extranjero». Precisó, también, que los militares simularon la presencia de Telesur. «César» relató a su abogado que «figuraban algunos medios de comunicación y encontró que había un medio que simulaba la presencia del noticiero de Telesur. Eso le dio más confianza para creer que se trataba de una acción humanitaria».
Álvaro Uribe reveló también que para la «Operación Jaque» se estableció una fachada de una misión humanitaria internacional ficticia, «con una página web y una línea telefónica» y que se dieron «órdenes claras y perentorias de que no se suplantaran organizaciones internacionales».
Según publicó ayer la revista «Semana» en su edición digital, las autoridades crearon la ONG Misión Humanitaria Internacional, en cuya web ofrecían datos de registro en el Estado español para legitimar su veracidad. Estos datos de registro ante la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la Generalitat corresponden con los de la organización Global Humanitaria.
Jauma Mor, del Departamento de Comunicación, explicó que la definición ideológica y relato de actividades de la falsa organización son «calcados» a los de Global Humanitaria, con sede en Barcelona. Mor indicó que se enteraron de la noticia por la prensa colombiana. Aseguró que están «perplejos» con estos hechos y que, tras contactar con su delegación en Bogotá, están «estudiando emprender acciones legales por apropiación del registro». Preguntado sobre si estas acciones serían contra el Gobierno, subrayó que aún es pronto para determinar contra quién se emprenderán porque «no sabemos quién está detrás de la ONG». Incidió en que Global Humanitaria «no conoce ni tiene nada que ver» con la organización utilizada durante la operación. Resaltó que han recibido informaciones de la existencia de imágenes de la operación en las que se pueden ver varios emblemas de organizaciones internacionales.