El documento público del PNV que recoge hoy GARA, y que forma parte del debate estratégico que está impulsando el EBB a través de la campaña «Think Gaur Euskadi», no deja lugar a dudas sobre su concepción de la nación vasca y su proyecto para este pueblo. En ese texto el PNV abandona el concepto de Euskal Herria, de la nación vasca y el objetivo de aunar en un territorio soberano los siete herrialdes que la conforman. El marco político en el que se sitúan los jelkides es «Euskadi», sinónimo de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Así, Nafarroa es parte del «entorno» de esos territorios vascos y su interés se deriva de su mención en el Estatuto de Gernika. Ipar Euskal Herria es una entidad unida a esos territorios genuinamente vascos sólo por intereses «transfronterizos» y vestigios culturales. Toda una declaración de principios, un striptease ideológico en toda regla que obliga a reflexionar sobre el sentido de los adjetivos que califican a ese partido: nacionalista y vasco.

Cada uno es libre de situar la debacle ideológica del PNV en un punto histórico concreto. Unos considerarán que es la separación entre Aberri y Comunión la que marca ese devenir; otros recordarán la cobardía mostrada durante el franquismo; muchos situarán la traición en Txiberta; y otros verán en «el espíritu del Arriaga» la carta de defunción de su proyecto abertzale. Pero muchos otros, entre los que están bastantes militantes y simpatizantes jelkides, situarán ese giro a postulados puramente regionalistas -e incluso abiertamente españolistas- en el golpe de mano ejercido por aquellos que Arzalluz aupó hasta la cúpula y que luego le traicionaron. Aquel golpe trajo, además de un cambio en las estructuras de poder interno, un nuevo reparto de funciones entre partido y gobierno.

Y es que el documento mencionado sólo podría tener justificación si se tratase de un documento de gobierno y hablase de competencias. Como documento de partido que es, refleja la incompetencia de sus dirigentes, que van camino de perder no ya los principios, sino hasta ese mismo gobierno. Que lo mediten quienes asumen sus vetos en Nafarroa e Ipar Euskal Herria.