Gloria Rekarte ex presa política
Asesores en democracia, libertades y derechos
George Bush reconvino convenientemente a los comunistas pidiéndoles mayor respeto a los derechos humanos y mayores avances en la democracia. Como asesor y de unos y otra, Bush no tiene precio
Finalmente todos se han sentado en el palco de honor. Sarkozy, Putin, Musharraf, Lula Da Silva, Bush, los Borbones, los Mónacos y una larga lista de dignatarios, mandatarios, príncipes y princesas, presidentes, ministros y gerifaltes llegados lo mismo de Serbia que de Argelia o Kazajistán. Han pillado butaca con vistas y se han sentado a disfrutar del espectáculo. Adiós especulaciones sobre boicots y otros ruidos. Es lo que tiene el deporte, que une mucho.
Pero que nadie piense que cohetes, desfiles y oropeles distraen la atención de los abanderados de la democracia sobre lo que ocurre más allá del Nido de Pájaros. Ya lo explicaba la corresponsal de TVE en Beijing en una entrevista: China ha cambiado mucho, pero sigue habiendo mucha vigilancia política. ¡Vigilancia política! Qué espanto. Ni me hago a la idea de lo que tiene que ser eso. Eso sólo pasa en China.
Así las cosas, George Bush, incluso antes de llegar a Beijing, reconvino convenientemente a los comunistas pidiéndoles mayor respeto a los derechos humanos y mayores avances en la democracia. Como asesor de unos y otra, Bush no tiene precio. Nicolas Sarkozy, otro que tampoco tiene precio, puso por su parte en manos del presidente y del primer ministro de la República Popular la lista de disidentes encarcelados. No se sabe con qué objeto, si para hacerles saber que estaba enterado de tales tropelías o para proporcionarles unos datos que ignoraban. No consta que les entregara también el listado de disidentes vascos encarcelados en el Estado francés. Mucho menos de los encarcelados en el Estado español. Ni que, puestos a entregar listas con tal arrojo, le haya alargado a Bush, que estaba cerquita, la de los encarcelados en la base de Guantánamo.
Curioso, por cierto, lo de Guantánamo y los derechos humanos, porque es justamente el otro lado de la cerca donde se encuentran recluidos el que preocupa y enciende en indignación a los demócratas del mundo con su ojo siempre vigilante y el dedo acusador siempre presto a denunciar. En Cuba, que si me apuran preocupa más que China, también pasan cosas que sólo pasan en Cuba. Disidentes encarcelados, casas en ruinas, niños desnutridos, homosexuales perseguidos, falta de libertad, periódicos cerrados... Inimaginable. Y cunde la indignación y piden la cabeza de Fidel desde México, Honduras, El Salvador o Colombia... donde, como todo el mundo sabe, no hay niños desnutridos, a la mayoría no se le caerá encima la casa que no tiene, los homosexuales son objeto de culto, no se encarcela a los disidentes porque suelen tener la mala costumbre de desaparecer y la gente goza de buena salud y un buen puesto de trabajo.
No hay como mirar a lo lejos, ¿eh? Pero de eso nadie sabe tanto como aquí al lado. Lo acabo de leer en un foro, pero de tan clarificador no me resisto a señalarlo. «¿Pero en Cuba pueden votar? ¿Hay elecciones libres? ¿Hay libertad de expresión? ¿Libertad de prensa? ¿Hay derecho a la huelga? ¿Derecho de reunión? Un saludo desde España». Firmado, otro asesor.