Un ex represor argentino avala la dictadura y niega las desapariciones
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«Eran bandas equipadas e instruidas militarmente con apoyo extranjero. No eran jóvenes idealistas, eran mercenarios, traidores a la patria, delincuentes terroristas subversivos». Con esas palabras defendió la dictadura argentina el ex general Antonio Bussi en el juicio que se sigue en su contra en la provincia de Tucumán por violaciones de derechos humanos.
Para él, los 30.000 desaparecidos que dejaron los militares no son más que «un arbitrio sicológico creado por los guerrilleros para encubrir sus muertes en combate».
Bussi justificó el golpe de Estado porque impidió la instalación en Argentina de «un gobierno satélite del comunismo».
Tucumán, añadió, «fue el escenario principal de la agresión marxista-leninista que sufría el país».
Durante la dictadura ocupó importantes cargos militares en esta provincia, a 1.200 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. Después de que oficialmente la Junta Militar dejara el poder, fue gobernador de Tucumán.
Bussi también arremetió contra los jueces, a quienes acusó de haber incurrido en una «aberración jurídica al omitir sistemática y deliberadamente el marco histórico de guerra que imperaba en los años de plomo».