DEIA Oscar Subijana 2008/8/22
Igualdad
Cuando cualquier internauta entra en la página del Ministerio de Igualdad gobernado por Bibiana Aído se encuentra con una estructura en construcción. No en el sentido estricto de la expresión que se usa en internet, sino por la precariedad de contenidos, porque da la sensación de que está vacía (...). Sus responsables dirán que cuentan con el dinero suficiente para hacer frente a la violencia machista, pero uno duda de tal afirmación. Ya no se conoce la cifra real de mujeres asesinadas por sus parejas, entre otras cosas, porque este ministerio no es capaz de aclararlo. Los meses de verano vuelven a representar la punta de la estadística en los ataques con resultado mortal. ¿Son 40, 41, 42, 43? ¿Hay cinco, seis, siete casos en proceso de investigación para integrarlos o no en la estadística? Lo peor del goteo de muertes por la violencia de género o machista es que crea poso, costumbre. La repetición de casos acostumbra a los lectores de periódicos y telespectadores a asumir una realidad que está ahí, tan cerca como en Baños de Ebro. Y la costumbre termina restando importancia al asunto. Y en los debates periodísticos para llevar los temas más importantes del día a la Portada del diario, este asunto no cala, no llega, a menos que se concentren cuatro o cinco muertes en 24 horas. Por eso se echan en falta desde las instituciones, ya sean vascas, estatales o europeas voces autorizadas que nos digan que se está trabajando en la erradicación de este fenómeno medieval. La noticia de la muerte siempre queda en primer plano. Pocas veces la respuesta de un consejero o una ministra supera por contundencia y por credibilidad al asesinato. Y es muy preocupante.