LA VANGUARDIA Joan Puigcercós i Boixassa 2008/8/19
Mis amigos eslovenos
He vuelto a Eslovenia dieciséis años después. (...) Recuerdo que, en aquel momento, mis amistades eslovenas mostraban una mezcla de indiferencia e incertidumbre sobre el proceso. Hoy, pasada casi una generación, admiten que fue la mejor solución. Eslovenia no sólo accedió a la UE con buena nota -tuvo la presidencia de turno antes que Francia-, sino que se ha situado en el grupo de los que más crecen. Mis amigos asumen que al final el debate es más racional que simbólico, la soberanía de las decisiones de cada uno, frente al simbolismo de lo identitario. (...) uno no puede dejar de ver con desasosiego el debate en que catalanes y españoles nos estamos enzarzando con la financiación y el desarrollo estatutario. Desasosiego y desapego porque cuando hablamos de financiación, hablamos de cifras, inversiones, balanzas fiscales, déficit fiscal, fondos de suficiencia, recaudación... y podría seguir hasta aburrir. Un debate racional y cuantificable. Lejos de cuando discutimos sobre identidad, derechos históricos o lengua.
(...) cada vez que todos los partidos catalanes (...) se ponen de acuerdo y se arrastra favorablemente a la sociedad civil organizada, en Madrid lo interpretan como una laminación de su soberanía. A este debate se suma un nuevo elemento, el cambio de postura de los socialistas catalanes, que han optado por asumir sus responsabilidades de gobierno por encima de su relación con el PSOE. Al final la reacción amenazadora de una persona racional como es la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, sólo se explica porque en el fondo, por muy crematístico y materialista que parezca, estamos hablando de soberanía, fiscal en este caso, pero soberanía al fin y al cabo. (...)se ha acabado aquello de que 'Belgrado hacía la ley, Zagreb la interpretaba y Liubliana la pagaba', ¿les suena? Sustituyan las capitales balcánicas por este orden y verán: Madrid, Sevilla y Barcelona. Se trata de soberanía aunque sea sólo fiscal. De ahí el recelo y la campaña que truena y tronará más en otoño.