La Guardia Civil toma Berriozar y no permite reunirse a los abertzales
Tras la prohibición de la Audiencia Nacional española a celebrar la manifestación convocada en Berriozar por el portavoz abertzale Fermín Irigoien, efectivos de la Guardia Civil impidieron ayer que se celebrase una segunda manifestación convocada por varios vecinos. Los agentes del instituto armado les informaron de que esa marcha también estaba prohibida y comenzaron a identificar a los allí reunidos.
Asier VELEZ DE MENDIZABAL |
Prohibición tras prohibición, los militantes y simpatizante de la izquierda abertzale no pudieron ayer manifestarse por la calles de Berriozar. Tras un primer veto de la Audiencia Nacional, la segunda marcha, convocada por vecinos de la localidad, debía partir a las 20:00 horas desde el parque Lantzeluze, pero la Guardia Civil no lo permitió.
Efectivos del instituto armado patrullaron las calles a lo largo de la tarde, atentos y expectantes a cualquier movimiento inusual en el municipio. Así, cuando cerca de medio centenar de personas se habían congregado en el lugar desde donde debía partir la manifestación, varios guardias civiles se acercaron para informar a los allí presentes de que esa convocatoria también había sido prohibida por la Audiencia Nacional española, por lo que les advirtieron de que debían dispersarse.
De hecho, les llegaron a asegurar que los propios convocantes habían decidido anular la marcha. Además, los agentes comenzaron a identificar a varias personas e incluso sacaron una cámara de video y les grabaron uno por uno, con la clara intención de asustar e intimidar a los allí reunidos.
De ese modo, los manifestantes no tuvieron otro remedio que disolverse y alejarse del lugar. No obstante, efectivos de la Guardia Civil permanecieron vigilantes en las inmediaciones hasta horas más tarde.
Después de que el viernes el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska decidiera prohibir la manifestación de Berriozar que debía partir bajo el lema «Euskal Herriak behar duen aldaketa», ayer por la mañana los portavoces abertzales Fermín Irigoien y Shanti Kiroga habían comparecido para denunciar que con esa medida «tratan de acallar la voz» de la izquierda abertzale.
Aseguraron que no pensaban seguir adelante con el acto previsto y que tenían conocimiento de que algunos vecinos habían convocado otra marcha con un lema y recorrido distinto para esa misma tarde.
Tras la prohición del juez de la Audiencia Nacional española Fernando Grande-Marlaska a celebrar la manifestación convocada en Berriozar para la tarde de ayer por el edil de ANV Fermín Irigoien, al considerar que ésta «afecta a las causas de prohibición» recogidas en el auto de suspensión de actividades del partido ekintzale, la izquierda abertzale denunció en la mañana de ayer que esa decisión «carece de razonamientos jurídicos».
De ese modo, Irigoien compareció ayer al mediodía junto al portavoz de la izquierda abertzale Shanti Kiroga para denunciar que la prohición «no está fundamentada en ningún razonamiento jurídico», ya que el sumario del juez Baltasar Garzón «dice que los derechos personales no están suspendidos y esta manifestación ha sido convocada a título personal».
Por ello, criticó que el veto «lo único que busca es acallar la voz de los independentistas», dado que a su juicio se trata «de una actuación política en contra de la izquierda abertzale».
«Lo que buscaba esta manifestación era reivindicar la propuesta de marco democrático que la izquierda abertzale ha puesto en la mesa para resolver el conflicto de nuestro pueblo», subrayó.
Tras advertir a los allí reunidos de que la manifestación había sido prohibida, los agentes de la Guardia Civil comenzaron a identificar a varias personas así como a grabarles con una cámara de video.