Josu Imanol Unanue Astoreka Activista social
¡A por ellos!
En cuanto a los malos tratos y asesinatos de género, hablan de la violencia machista, pero no de que ellos la sustentan con el incumplimiento de sus propias leyes y con una situación de no igualdad Nos negarán el pan y la libertad diciendo que miremos a otro lado y no critiquemos sus incapacidades para la única función que se les encomienda, diálogo y gestión
Mientras los no-útiles políticos siguen a la gresca del engaño e intentando lograr votos, otros vemos que los nubarrones de la crisis se acercan, que el fin de mes es más que una cuesta y, por supuesto, que nuestros intereses no coinciden con los de los fotográficos y famosos citados, ahora morenos y con cremas antimanchas.
Los innombrables seres del verbo fácil y sueldo excelente han descansado estas y otras vacaciones en sus lugares ideales, logrando tranquilidad porque en estas fechas otros hemos estado un tanto aletargados con los Juegos Olímpicos y las banderas extranjeras, viendo llorar, saltar y abrazarse a los deportistas, atolondrados con los fuegos artificiales, cuando no engañados con una cantante que era ventrílocua, los conflictos externos, las modas... o ensimismados con las cifras de los que han acudido a «nuestro» país a veranear o a las fiestas. Pero ahora comienza un nuevo periplo político y queremos saber si sus caras acontecidas o mutantes, según el momento, reflejan la amargura que muchos ya padecen por la situación que viven.
Me temo que a cada momento le corresponde un tipo de cara y mierda a airear que confunda al personal votante y, cómo no, logre simpatías por la causa que ellos dicen defender. Si recorremos las hemerotecas veremos que sus declaraciones, imagen fotografiada, etcétera no se corresponden con las reclamaciones que diariamente hacemos el resto de los mortales, porque siempre tienen algo interesadamente más problemático o dramático que recordar.
Concretando, por ejemplo, en cuanto a los malos tratos y asesinatos de género tan de moda, hablan de la increíble violencia machista, pero no mencionan que ellos la sustentan con el incumplimiento de sus propias leyes y con una situación de no igualdad en el día a día, permitiendo que la mayoría de las mujeres ganen menos que los hombres por el mismo trabajo realizado, que no disfruten en igualdad de las fiestas... ¿No lo saben?
También vemos igualmente que sacan leyes y más leyes sobre seguridad laboral, que siguen sin garantizar la seguridad del trabajador. Muchos pensamos que nos toman el pelo, pero seguirán sin garantizarla y apareciendo compungidos ante los datos que les reclaman actuar.
Cuando ven que sus actuaciones, éstas u otras, son criticadas, recurren a la violencia oficial de «los del norte» y de «los mismos de siempre», como les gusta citar a los medios. Y es que hablar de Euskal Herria o de los vascos requiere dureza, gestos firmes y olvido de la situación propia. Al fin y al cabo, «el norte» vende en el sur y aquí, a muchos, les crea amnesia de los problemas diarios y cercanos.
Con el retorno oficial de las eminencias asalariadas a costa nuestra (legales o no las ideas), terminadas sus vacaciones, verán la que se avecina. Nos hablarán con seriedad y pedirán condenas, más condenas, y sobrecondenas, no de sus nefastas actuaciones y de su incapacidad, por ejemplo para dialogar, sino de todo lo que puedan utilizar para acallar las violencias diarias citadas u otras como la corrupción en la construcción, el tema de la inmigración, la subvención de los partidos que dirigen, la desertificación que traerá hambruna y miseria en el futuro, la crisis, la falta de libertad de expresión, de decisión y de valores democráticos... que son incapaces de solucionar.
Y es que es mucha mierda para tapar, pero ellos pueden. Nos negarán el pan y la libertad diciendo que miremos a otro lado y no critiquemos sus incapacidades para la única función que se les encomienda, diálogo y gestión. Citarán hasta el hartazgo, vestidos de rojigualda, el grito de guerra de ese país, «¡a por ellos!», mientras otros les pedimos que no se disfracen de Manolo el del Bombo y que no nos atonten con el Chiquilicuatre ni con la Macarena, que trabajen acordes con lo que mensualmente y de manera exagerada ganan de las arcas públicas, es decir, que trabajen de una vez, que no vendan escapularios con santos falsos de su devoción, porque personalmente, yo y ahora, estoy harto de ellos.
Aunque vuelvan con las banderas victoriosas, con la utilización de todos los medios que controlan, sus más fieles aliados, e insistan en atolondrarnos, hablando de lo malos que son unos y lo mal que viven otros, nos ofrezcan fútbol, toros, vidas ajenas, escándalos o lo que haga falta y nunca las colas de las oficinas de paro ni la desesperación de los demandantes de justicia social, ni las cuentas bancarias y ahorritos que poseen, nada de la carencia de igualdad o libertad, o de las demandas pendientes incumplidas, a estos caña y de la barata que no sirva ni para hacer azúcar. Que no te vendan peines si estás calvo, destapemos sus miserias y ¡a por ellos!