Se extienden por todo el país las protestas contra el Gobierno tailandés
GARA |
Las protestas para intentar forzar la caída del Gobierno del primer ministro de Tailandia, Samak Sundaravej, se recrudecieron y extienderon ayer por todo el país.
El primer ministro no descartó declarar el estado de excepción para poner fin a las protestas y las autoridades decretaron el cierre de los aeropuertos de la isla de Phuket y de las ciudades de Krabi y Had Yai, principales destinos turísticos del país.
De este modo, miles de turistas perdieron sus vuelos y otros quedaron atrapados en los aeródromos, sin poder regresar de momento a sus lugares de origen.
El martes, miles de manifestantes opositores tomaron por la fuerza el palacio presidencial y ayer la Policía se enfrentó a los manifestantes con el fin de recuperar el control del recinto y acabar con la ocupación. Cerca de un millar de policías de la brigada antidisturbios cargaron por sorpresa contra un grupo de manifestantes apostados tras las barricadas montadas en las calles adyacentes al palacio.
Además, cerca de un centenar de policías, provistos de porras y escudos, escalaron las verjas de la sede del Gobierno, deteniendo al menos a una veintena de personas.
«No hemos querido dispersar a los manifestantes. La Policía no va a emplear la fuerza porque se trata de un asunto sensible», declaró un portavoz de las fuerzas de seguridad.
Dentro de la sede del Gobierno seguían ayer alrededor de 13.00o manifestantes, y otros 8.000 en el perímetro del palacio.