La Vuelta comienza hoy en Granada con una crono por equipos de 7,7 kilómetros que decidirá el primer maillot oro de una prueba que será dominada por los escaladores y que tiene muy pocos favoritos. El gran candidato al triunfo es Alberto Contador, que tras ganar el Tour y el Giro en las dos últimas grandes que ha disputado quiere hacer algo histórico al añadir a ese doblete la Vuelta de forma consecutiva.

El madrileño tiene a su favor el apoyo del mejor equipo, el Astana, que participa con sus tres líderes, entre los que Levi Leipheimer se presenta como la segunda opción a priori por el buen momento de forma exhibido en la última prueba de preparación, la Vuelta a los Puertos, que ganó en solitario por delante de su compañero y líder.

Contador es el gran favorito porque ha demostrado que ahora es el mejor corredor para las grandes vueltas, porque tiene al mejor equipo y porque tanto él como Astana llegan más frescos al no haber podido disputar el Tour. Además ha manifestado que no piensa volver a correr dos grandes en un mismo año. El Tour será su futuro, y por eso no querrá dejar pasar la oportunidad de una Vuelta donde no tendrá muchos rivales.

La participación en la prueba francesa y en los Juegos ha motivado que la gran mayoría de los grandes haya renunciado a la Vuelta. De los primeros trece del Tour sólo estarán Sastre y Valverde. El abulense no ha podido recuperar ni prepararse en condiciones después de su éxito y de su presencia en Juegos, criteriums y homenajes y el murciano ha manifestado que no piensa disputar la general, sino sólo buscar etapas. Algo parecido a lo que hará Cunego, con el objetivo común de prepararse para el Mundial. El mismo pensamiento que ha hecho venir a especialistas como Rebellin, Bettini, Schumacher, Ballan...

No sólo faltan los corredores de grandes vueltas que se centran en el Tour, también hombres que otros años han sido habituales en la Vuelta. De los siete primeros del pasado año, faltan cinco: Menchov, Sánchez, Evans, Efimkin y Karpets. Sólo repiten Sastre y Mosquera.

Por ello, las plazas de honor van a estar más asequibles que nunca a escaladores puros como Igor Antón -octavo el año pasado- y Gesink, la joven promesa del Rabobank que ha dado un gran nivel este año. Tampoco estará lejos David Arroyo, el corredor que puede ser la baza del Caisse d'Epargne para la general al plantearse su líder otros objetivos. Además se pueden destacar para hacer un puesto entre los diez primeros los nombres de Popovych (Silence), Garate y Barredo (Quick), Chavanel (Cofidis), Rolland (Credit) y Casar y Di Gregorio (Française) en función de la forma y la motivación con la que lleguen a la prueba.

Sólo 40 kilómetros de crono llana

Porque toda la Vuelta se va a jugar en la montaña. La única crono individual llana es la de la quinta etapa del miércoles en Ciudad Real, sobre 40 kilómetros. La de hoy no va a marcar distancias y la del penúltimo día es una cronoescalada a Navacerrada, que se suma a los otros cuatro finales en alto concentrados en dos fines de semana. El de Pirineos con final en La Rabassa y Pla de Beret y el de Asturias con la pared del Angliru y Fuentes de Invierno.

Si además se suma la tradicional etapa por la sierra madrileña con final en Segovia y algunas más en las que hay un recorrido accidentado, los escaladores pueden estar de enhorabuena con el recorrido.

Para las etapas restantes intentarán imponerse en las llegadas sprinters del nivel de Boonen, Freire y Benatti, junto a buenos llegadores como Zabel, Haedo y un Koldo Fernández de Larrea que debe estar con ellos si confirma su buena progresión.