Estamos en las puertas de una nueva actuación de escapista político del señor Ibarretxe. Una vez terminada su actuación, se aprobarán los presupuestos y posteriormente se convocarán elecciones. A esas elecciones, los que se apoyen aquí y allá en los presupuestos, impedirán que todas las opciones políticas puedan concurrir a los comicios para el Parlamento de Gasteiz, y seguiremos con la farsa democrática durante otros cuatro años, llenándose la boca todo el mundo de palabras mágicas que le sirven para sacar conejos o «aves» de velocidad limitada y mucho cemento y maquinaria pesada, que es lo que da comisiones. Pero la situación sigue estancada, que es precisamente lo que les interesa para seguir con sus planes y contraplanes. En Brasil también van a convocar próximamente elecciones, y existe en las televisiones una campaña institucional para incitar el voto que al menos tiene unas connotaciones mucho más populares. En uno de esos anuncios aparece un varón al que se le mete en la cavidad auditiva una avispa. A partir de ahí se ve, no sin sentir angustia, al pobre hombre luchando con el animal paseando por las trompas de Falopio, y va pasando por diversas situaciones y circunstancias, llegando a meterse por el oído miel, se supone que para tranquilizar a la avispa. El anuncio dura casi un minuto y tiene mucha gracia, porque se le acaba contemplando conviviendo con ese accidente. Pero el mensaje final es, y aquí interpreto, aunque es casi literal: cuidado con el voto que es para cuatro años. O sea, si no votas bien vas a tener cuatro años de molestias. Y esa campaña se debería trasplantar aquí, porque no es verdad que es mejor lo malo conocido, sino que hay que luchar por poder concurrir y poder votar con esperanza, porque tenemos un avispero entero. La campaña, por cierto tiene varios anuncios, en varias circunstancias, pero siempre con la misma intención expresada con situaciones paradójicas de los ciudadanos y las ciudadanas. Otro sí. En las calles, en los lugares públicos, hay unas listas de aquellas de los abajo firmantes, en el que se hace una campaña para evitar «la corrupción electoral». Aquí deberíamos copiarla, también.