Gran ambiente popular en un San Fermin Txiki que hizo el vacío a UPN
La actitud de UPN hacia la Comisión de Fiestas ha provocado que los actos oficiales fueran suspendidos o celebrados a escondidas, mientras que la programación elaborada por los propios vecinos ha contado con una gran participación popular y se ha desarrollado en medio de un gran ambiente. Ayer por la tarde hubo un Riau-riau reivindicativo con una parodia en la que unos zombies representaron a la alcaldesa, Yolanda Barcina, y los concejales de UPN.
Iñaki VIGOR |
El boicot o vacío a los actos preparados por el equipo de gobierno municipal y la elevada participación en las actividades organizadas por la Comisión de Fiestas han sido las dos notas destacadas en San Fermin Txikito. A la espera de lo que suceda hoy con la presencia o no de Yolanda Barcina en la misa y posterior procesión por las calles de Alde Zaharra, el viernes por la noche quedó patente el rechazo vecinal a la actitud mostrada por UPN. Así, el toro de fuego oficial no pudo salir de la Plaza de Nabarreria porque ésta se encontraba tomada por numerosos vecinos, por lo que hubo de cambiar el recorrido inicialmente previsto y partir desde la calle Duque de Ahumada.
Seguidamente, cientos de vecinos realizaron una cacerolada por diversas calles de Alde Zaharra y fueron hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde se encontraban agentes de la Policía Municipal con material antidisturbios para «proteger» a una fanfarre contratada por el Consistorio. Algunos vecinos lanzaron agua y vasos de plástico a los miembros de esta fanfarre, que optó por dejar de tocar y disolver el grupo.
La cacerolada se extendió luego a la Plaza de los Burgos, donde no pudo celebrarse la verbena con Mariachis Zacatecas incluida en el programa oficial.
La jornada de ayer comenzó de forma totalmente distinta, ya que numerosas personas, principalmente padres con sus hijos, asistieron al chupinazo popular lanzado a las 11:00 en la Plaza de los Corazonistas por la alcaldesa txiki. El gran ambiente de este acto contrastó con el cohete oficial del día anterior en el mismo lugar, que apenas contó con la presencia de media docena de despistados.
A continuación se realizó una multitudinaria kalejira hasta la Plaza del Ayuntamiento, con participación de ioaldunak, gaiteros, trikitixas, fanfarres y las comparsas de Alde Zaharra y del barrio donostiarra del Carmen, que ayer celebraron una jornada de hermanamiento con una animada euskal jaia.
El tren turístico organizado por el equipo de UPN para las 11:30 no pudo pasar por la Plaza Consistorial, ya que, al igual que las calles contiguas, se encontraba abarrotada de personas. Gritos de «UPN faxista» y «UPN kanpora», junto con una gran pitada, expresaron el rechazo vecinal a la actitud de este grupo.
A las 12:00 hubo una bertso-balkonada en Nabarreria, con participación de Iker Iriarte y Xabier Ferreros, y a las 13:00 se corrió el ya tradicional cross de los carrozas. La fiesta y el buen ambiente continuó con una nutrida Larrain-dantza en la Plaza del Castillo, un concurso de calderetes en la Plaza Santa Ana y una comida popular en la Plaza Compañía.
Durante toda la jornada grupos de jóvenes recorrieron el barrio con carros de bebidas y de música, a modo de protesta por la negativa de UPN a permitir la instalación de txosnas o de una carpa festiva.
Presencia policial por la tarde
El gran ambiente se mantuvo por la tarde en los numerosos actos organizados por la Comisión de Fiestas, tanto para txikis y jóvenes como para adultos. Tal como habían anunciado, el jolgorio se combinó con la reivindicación, y a las 19:00 hubo un Riau-riau satírico en la Plaza del Ayuntamiento.
A continuación hubo una kalejira hasta la Plaza del Castillo, donde varias dotaciones de la Policía española provocaron momentos de tensión al permanecer justo al lado de donde se realizaba este acto.
El viernes por la noche cientos de vecinos participaron en una cacerolada ante el Ayuntamiento para protestar por la actitud del equipo de gobierno de UPN, cuyos actos se suspendieron o se celebraron a escondidas.
Por la tarde hubo un riau-riau festivo y reivindicativo que contó con una gran participación. La Policía española apareció poco después, creando momentos de tensión hasta que se retiró de la Plaza del Castillo.