Los pronósticos apuntan a un otoño normal, quizá algo más frío y húmedo
A verano muerto, otoño puesto. Dejamos una estación estival con un tiempo muy inestable y ya miramos a los meses de octubre, noviembre y diciembre. Es imposible saber qué tiempo hará, pero las predicciones oficiales apuntan a algo más frío, y quizá lluvia, que lo normal.
Joseba VIVANCO |
Uno se puede encontrar en algún foro de internet inocentes súplicas como «me caso en 2009 y me gustaría saber qué tiempo hará el 23 de mayo». Y lo peor de todo es que siempre hay algún forero caritativo que responde con el mismo rigor con el que hace pronósticos el Calendario Zaragozano. Acabamos de dejar atrás un verano sin pena ni gloria y de entrar en el otoño, aunque como apunta la responsable de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en la CAV, Margarita Martín, «el mes de setiembre está resultando muy otoñal, con mínimas muy bajas». Y todo porque el anticiclón continental, propio de finales de octubre y del mes de noviembre, «está con nosotros desde hace días».
Y la pregunta que todos se hacen ya es la de cómo será este otoño e, incluso, el invierno. No hay varita mágica ni modelos matemáticos que tengan la respuesta, pero las distintas organizaciones meteorológicas sí que hacen sus particulares previsiones. Más allá de que las recientes témporas de San Mateo vaticinen un otoño seco y con temperaturas normalitas, los organismos oficiales adivinan unos próximos meses quizá un poco más fríos y lluviosos de lo habitual, aunque todo indica que podemos estar ante un final de año normal.
AEMET aprecia en su predicción para octubre-diciembre «una ligera tendencia a que las temperaturas se sitúen por debajo de los valores normales en el noroeste peninsular», con precipitaciones, en este caso sí, en torno a los valores normales.
La NOAA estadounidense, por su parte, contempla para la zona europea que nos ocupa y para esos tres meses una temperatura media ligeramente inferior a la normal y un volumen de precipitación total ligeramente superior a la media.
En lo que a MeteoFrance respecta, prefiere no posicionarse porque no atisba ningún escenario meteorológico llamativo, si bien de los cinco modelos que utiliza para hacer sus previsiones en tres la temperatura apunta a que el otoño será frío, y en cuatro de esos escenarios, a que será lluvioso.
Finalmente, los británicos de MetOffice no ofrecen tendencias claras para nuestra zona y se limitan a hablar de un otoño dentro de los parámetros normales.
Este setiembre nos está sirviendo, visto el tiempo que hace, para aclimatarnos al otoño y al próximo invierno. Acabamos de despedir una estación estival que no pasará, especialmente, a la historia climática. ¿Un verano normalito? Margarita Martín asiente, pero a medias. «Ha sido muy irregular en su comportamiento meteorológico», responde. «Por lo que sí se ha destacado es porque no ha habido ni un periodo largo de calor, ni un periodo largo de precipitaciones», añade. «Ha habido muchos cambios rápidos, sin presentarse la clásica estabilidad veraniega», sostiene. Un hecho significativo es que en este verano no ha habido tres semanas seguidas de buen tiempo. Quizá ese único momento de respiro se produjo entre el 23 de julio y el 7 de agosto.
Los observatorios de Igeldo y Foronda, por ejemplo, cierran el verano con una temperatura media más baja de lo normal. Pluviométricamente, este verano será considerado de normal, aunque en Bilbo y Gasteiz, por ejemplo, ha llovido menos de lo habitual en estos meses estivales. Buen tiempo les hizo a bilbainos y gasteiztarras en sus fiestas, y peor a los donostiarras, con el día más frío y lluvioso justo el 15 de agosto, su fiesta grande.
La temperatura del agua del mar durante este verano ha estado dentro de los parámetros normales que se tienen del periodo 1945-2008 en el Aquarium donostiarra: 21 grados en julio y 21,9 en agosto.
