La Audiencia Nacional española dio ayer un paso más en su pretensión de intentar borrar el recuerdo de todos aquellos militantes vascos fallecidos. Des- pués de la «caza de brujas» desatada en torno a las calles y las plazas que cuentan con sus nombres, el juez Ismael Moreno dictó un auto en la mañana de ayer con el fin de prohibir todas las convocatorias previstas con motivo del Gudari Eguna en Gasteiz y Bilbo.

Pese a los esfuerzos del tribunal especial español y de cientos de policías que se emplearon a fondo, por encima de vetos y amenazas el 27 de setiembre volvió a ser un día marcado en rojo en el calendario vasco, como demostraron las numerosas movilizaciones que tuvieron lugar durante todo el día.

El magistrado Moreno indicó en su auto que no tenía constancia de la marcha de Donostia pero apuntó que debería ser vetada en caso de celebrarse. La Ertzaintza no tardó en personarse primero en Ikatz kalea, para arrancar todas las ikurriñas y las fotografías que engalanaban la calle, y después, en la Plaza Easo, para obligar a los congregados a abandonarla. Sin embargo, hora y media después y en otro punto de Donostia medio millar de vecinos sí lograron llevar a cabo una manifestación.

La Ertzaintza también tomó la Plaza Circular de Bilbo, pero los manifestantes lograron burlar el cordón policial y cortaron el tráfico en la Gran Vía, tras una ikurriña con un crespón negro y entonando el «Eusko Gudariak».

La presión policial fue especialmente intensa en Nafarroa. En Lizarra, por ejemplo, la Guardia Civil ocupó la plaza donde se pretendía llevar a cabo la concentración, y pese a que intentaron cambiar el emplazamiento, los 60 vecinos que pretendían encartelarse no lograron su deseo. Lo mismo ocurrió en Etxarri-Aranatz, donde efectivos del instituto armado ocuparon el pueblo tanto por la mañana como por la tarde.

A lo largo y ancho de la geografía vasca fueron numerosas las manifestaciones, concentraciones y actos de recuerdo que se llevaron a cabo. Por citar algunos, en Arrasate medio millar de vecinos se manifestaron por la tarde, en Hernani 400 y 380 en Ondarroa. En Laudio, el jueves llevaron a cabo una charla en el gaztetxe en la que participaron una veintena de personas y ayer se manifestaron 180, al igual que en Azpeitia; 15o fueron los que se reunieron por las calles de Elorrio y de Lekeitio, y un centenar en Eibar y Leitza.

En Leioa se concentraron 61 vecinos, y 80 en Portugalete; 60 lo hicieron en Sestao, 90 en Zalla, 73 en Ea, 70 en Bakio (30 se encerraron en el Ayuntamiento) y 40 en Getaria donde realizaron una ofrenda floral y una manifestación. En Altsasu se concentraron medio centenar, al igual que en Otxandio y en el acto celebrado en Usurbil.

En la comarca del Txorierri 75 personas recordaron a los fallecidos mediante una marcha montañera que partió desde Loiu hasta Lezama. Por todo el recorrido rindieron homenaje a los vecinos que han perecido en décadas de conflicto.

Los zornotzarras también ascendieron al monte para recordar a Andrés Izagirre, Gogor, y al recientemente fallecido Sabin Euba, y ya por la tarde 70 personas se manifestaron por la localidad. Los vecinos de Lasarte, por su parte, tributaron un acto de recuerdo a Mikel Castresana por la mañana, en el vigésimo aniversario de su muerte en un enfrentamiento con la Policía española

En Burlata, por su parte, un corte de carretera y una manifestación de 70 vecinos exigieron la puesta en libertad de María Lizarraga, que fue arrestada el pasado martes junto a Unai Fano por la Policía francesa.

Durante toda la semana

Al igual que ayer, el miércoles un centenar de personas se dio cita en la calle Amistad de Bilbo, donde once años antes los disparos de las FSE acabaron con la vida de Jose Miguel Bustinza y Gaizka Gaztelumendi. El martes por su parte, otro homenaje recordó en Basurto a Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga, muertos al explotarles un artefacto en 2002.

Durante esta semana los estudiantes también han querido rendir su particular homenaje y las facultades y los institutos han sido testigo de ello.