Festival internacional de cine de Donostia
«Pandoranin kutusu» hace doblete con una de Oro y «media» de Plata
Yesim Ustaoglu llegó a Donostia con una entrañable pero, al mismo tiempo, dramática cinta en la que refleja la historia de tres generaciones que tienen que hacer frente al alzheimer que sufre su madre. Ahora, Ustaoglu regresa a Turquía con la Concha de Oro por «Pandoranin kutusu» (Pandora´s box) y la «abuela» de la película, Tsilla Chelton, con «media» Concha de Plata que tuvo que compartir con Melissa Leo, de «Frozen River».
Ariane KAMIO | DONOSTIA
«Pandoranin kutusu» (Pandora´s box) hizo doblete: por un lado, fue galardonada con el premio más importante del certamen, la Concha de Oro, y por otro, recibió la Concha de Plata a la mejor actriz, gracias a la excepcional interpretación de la veteranísima francesa Tsilla Chelton. Sin embargo, en la gala celebrada anoche en el Kursaal donostiarra y con la que se daba por clausurada esta edición, la directora del film Yasim Ustaoglu no se mostró excesivamente efusiva. El miembro del jurado Masato Harada fue el encargado en depositar el galardón en sus manos y, tras mostrar la Concha de Oro al público durante breves segundos, la realizadora turca fue muy escueta. Tuvo palabras de agradecimiento para Zinemaldia, el jurado, el público y demás interesados y cogió el camino hacia la «trastienda» como, parecía, si la cosa no fuese con ella. Tsilla Chelton, por el contrario, se mostró muy emocionada con la Concha de Plata, que este año comparte con la norteamericana Melissa Leo por su trabajo en «Frozen River». Chelton, quien dejó huella por su deje humorístico, dio las gracias a «papá, mamá, al personal del hotel» y «a los que han tenido la gran idea de darme este premio». Melissa Leo habló nada menos que en español, francés e inglés e incluso intercaló palabras en euskara.
«El nido vacío» también hizo doblete con la Mejor Fotografía, para Hugo Colace, y con la Concha de plata al Mejor Actor, para Óscar Martínez. Con Hugo Colace ausente, el primer galardón lo recogió el creador de la banda sonora, Jorge Drexler, de manos de su compañera sentimental Leonor Watling. La iraní Samira Makhmalbaf, por su parte, recibió el premio de la Mención Especial del jurado oficial dedicado, especialmente, a Ziya Mirza Mohamad y Haron Ahad, los niños que protagonizan la película. La realizadora dedicó el galardón a «la democracia, la paz y a las víctimas de la violencia y la guerra». Y el toque de humor lo pusieron los directores y guionistas de «Louise-Michel», Benoît Delépine y Gustave Kervrn, quienes agradecieron el Mejor Guión con una puesta en escena que consistía en un micrófono musical, y si Delépine decía que la suya es una «película radical», Kervern se encendía un cigarrillo ante el asombro del público.
Las quinielas no aciertan
Zinemaldia echó atrás en el tiempo y entregó el premio Fipresci a Paul Thomas Andreson por «Pozos de ambición», una entrega que se retrasó hasta la jornada de ayer ya que el realizador no pudo llegar antes a Donostia.
El palmarés de Zinemaldia no suele coincidir con las quinielas de los especialistas y el público, y esta vez tampoco fue una excepción. Ayer por la tarde, Jonathan Demme, acompañado del resto de los miembros del jurado oficial, ejerció de portavoz para anunciar los premios de la 56 edición del Festival Internacional de Cine de Donostia. Tras destacar que «había muchas más películas que gustaban al jurado que galardones se podían otorgar», así como que el trabajo realizado fue muy duro, dio lectura a la lista más esperada.
El reparto de los galardones pilló por sorpresa a la prensa, que necesitó más tiempo de lo habitual para arrancar con los aplausos de rigor. La turca Ustaoglu, que es autora de títulos como «The Trace» o «Journey to the Sun», galardonados en los festivales de Berlín, Estambul y Valladolid, retrata la vida de una anciana afectada por la enfermedad del Alzheimer y plasma las dificultades por las que atraviesan sus hijos, consiguiendo una especie de enlace generacional entre ellos.
Entre aplausos fue también recibida la decisión del jurado de conceder el premio al Mejor Director a Michael Winterbottom, por «Genova», la difícil historia de una niña que pierde a su madre y se obsesiona por verla en las calles de una ciudad italiana a la que se acaba de mudar junto a su padre y a su hermana. Entre las quinielas no figuraban la Concha de Plata al Mejor Actor y el premio a la Mejor Fotografía para «El nido vacío», dirigido por Daniel Burman, ni tampoco el premio al Mejor Guión para los directores de «Louise-Michel» Benoît Delépine y Gustave Kervern, que invitan al espectador a adentrarse en el plan de un grupo de trabajadoras que pretende matar a su jefe, después de que este abandone la empresa a consecuencia de la crisis financiera.
La polémica acompañó al anuncio del Premio Especial del Jurado otorgado a la película iraní «Asbe du-pa» (Two-Legged Horse), dirigida por Samira Makhmalbaf, y que el día de su presentación suscitó críticas enfrentadas. Hubo silbidos y las quejas por parte de la prensa, más que aplausos. La miembro del jurado Leonor Watling explicó a Gara que el jurado decidió hacer una Mención Especial porque «ver a esos dos niños interpretar es toda una experiencia. Nos dejó a todos sin aliento. Sobre la película teníamos más o menos nuestras dudas, pero esos dos niños a ninguno se nos quitaron de la cabeza». El tratamiento de esos menores en el film levantó ampollas entre los espectadores, a pesar de que en su día la directora explicase que su objetivo era «plasmar una realidad» y reflejar las verdaderas relaciones entre los seres humanos.
A la hora de decidir los premios, Watling dijo que «hubo de todo. Unanimidad, negociación, aprendizaje de lo que estaba contando el otro y, por el contrario, tener que convencer a los demás». En cuanto a la Concha de Plata a la Mejor Actriz, apuntó que «nos impresionaron mucho las dos interpretaciones y no tenían competencia entre ellas. Eran muy distinas, muy apasionadas y muy originales. La cuestión no era decidir cuál era la que más te gustaba; si se lo das a una, se lo estás negando a la otra. Por lo que, al final, decidimos que íbamos a hacer este ex aequo».
Jaime Rosales, autor de la experimental y polémica «Tiro en la cabeza», tuvo que conformarse con el premio Fipresci, concedido por la crítica especializada. Era uno de los premios paralelos que también se dieron a conocer ayer. Galardones como el Altadis-Nuevos Directores, cuyo jurado, encabezado por la actriz y directora Joan Chen, otorgó el premio al mejor director novel a Cao Baoping, por «Li mi de cai xiang» (The equation of love and Death). Esta producción china, que participó en Zabaltegi-Nuevos Directores, narra la historia de dos vidas paralelas, la de una taxista y un ladrón, que se unen tras la muerte misteriosa de una drogadicta. Durante la gala de clausura, el realizador se mostró agradecido por el premio porque «le da confianza a la hora de realizar películas con mucha acción», estilo que dudó si sería del agrado de los espectadores.
La presidenta del jurado de Horizontes Latinos Mirtha Ibarra puso el toque de humor cuando, a la hora de presentar a todos los miembros de la mesa, se nombró a sí misma «presidenta, de Cuba», comentario que provocó una cadena de carcajadas entre los asistentes. En esta sección, la película premiada ha sido la guatemalteca «Gasolina», dirigida por Julio Hernández Cordón, que se mostró muy agradecido. En el mismo ámbito, las producciones mexicanas «Parque vía», de Enrique Rivero, e «Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo», de la mexicana de ascendencia vasca Yulene Olaizola recibieron la mención especial. El premio del Público fue para la cinta de los hermanos Joel y Ethan Coen «Burn after reading», con un reparto de lujo con las intervenciones de George Clooney y Brad Pitt, entre otros. La producción franco-alemana israelí «Lemon tree», de Eran Riklis, obtuvo el premio a la Mejor Película Europea.
El galardón que tiene como jurado a los jóvenes cinéfilos lo recibió «Amorosa soledad», de Martín Carranza y Victoria Galardi. Mientras que el VII Encuentro Internacional de Escuelas de Cine , con un jurado compuesto por estudiantes de EEUU, Polonia, Colombia, Estado español, Cuba, Marruecos, Estado Francés, Gran Bretaña e Israel, otorgó su premio a la cinta de Azzam el Mehdi, «Le bal des suspendus», compuesta por una dotación de 6.000 euros en postproducción para el director del film en empresas asociadas de aiTe. El segundo premio, que consiste en una invitación para participar en el Short Film Corner del próximo Festival de Cannes, fue también para «Le bal des suspendus», además de «Himnon», de Elad Keidan, y «Jak to jest byc moja matka?», de Nora McGettigan.
Los tres premios de Cine en Construcción 14 fueron a parar a manos de «Norteado», el largometraje mexicano dirigido por Rigoberto Perezcano. Por su parte, Cine en Movimiento 4 dio sus premios a la marroquí «Les temps des camarades», de Mohamed Chrif Tribak, y a las palestinas«Chou sar?» y «Pomegranates and myrrh», de Gaulle Eid y Najwa Najjar.