No me llames Concha, llámame Conchita
Mikel INSAUSTI Crítico de cine
El Donostia Zinemaldia no sería lo mismo sin el fallo del Jurado, que rara vez, por no decir nunca, coincide con las quinielas de la crítica o los comentarios del público. Las máximas favoritas de la 56 edición eran “Aruitemo, aruitemo”, “Frozen River”, “Tiro en la cabeza” y “Camino”.
Ninguna de las cuatro se ha acercado a la Concha de Oro, a no ser por el premio de interpretación femenina que se lleva la película norteamericana para la actriz Melissa Leo, aunque de forma compartida.
Jaime Rosales se deberá consolar con el premio FIPRESCI de la crítica internacional, ya que los miembros y miembras del Jurado no le han tenido en cuenta. De lo que han decidido solamente me quedo contento con la mitad del premio a la mejor actriz, la que le toca a la nonagenaria Tsilla Chelton. Y esa ya es bastante recompensa para la realización turca “Pandoranin kutusu”, a la que la Concha de Oro le viene demasiado grande. Si consideran que es la mejor película deberían también consagrar a su realizadora, pero prefieren ir a lo seguro y confirmar el oficio contrastado de Michael Winterbottom para el apartado de Mejor Director.
Por el premio concedido a “Louise-Michel” me entero que esta irregular comedia tenía guión, y lo del Especial del Jurado para “Asbe du-pa” me suena a ONG del cine sin fronteras.
Una vez más la Concha vuelve a ser un galardón empequeñecido para un festival que, en cambio, si ha crecido en calidad. Mientras no se dé con la clave para ser competitivos con películas premiadas de importancia que promocionen el certamen donostiarra, otros festivales seguirán tomándonos la delantera.
Este año había material polémico y arriesgado de sobra, que ha debido de asustar a un Jurado bien cebado, incapaz de tomar decisiones valientes con el estómago lleno y más ganas de echar la siesta en el hotel que de otra cosa.
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente y a la Concha habrá que empezarla a llamarla Conchita, porque a la pobre cada año que pasa la veo más y más depreciada.