La muerte del ganado por frío y falta de comida amenaza a miles de afganos
A los prolongados periodos de sequía, cosechas escasas y aumento del precio de los alimentos básicos, se une ahora la posible muerte de cientos de cabezas de ganado por las bajas temperaturas y la falta de comida. Unas 495.000 familias dependen totalmente de él.
GARA |
Cientos de miles de cabezas de ganado podrían morir en Afganistán durante los próximos seis meses a no ser que las agencias de ayuda estén dispuestas a proporcionar agua potable, alimento, vacunas y agua, según advirtió el Ministerio afgano de Agricultura, Ganado e Irrigación. El país, asolado por las inclemencias del tiempo, se enfrenta de nuevo a la amenaza de un duro invierno.
En los últimos dos años, cerca de un millón y medio de animales -vacas, ovejas y cabras- han muerto por el frío, las enfermedades y la falta de comida. Esta cifra supone nada más que el 10% total del ganado. «Tememos que más animales mueran este invierno. La sequía ha empeorado aún más la situación», manifestó el director de desarrollo animal del Ministerio, Azizulá Usmani.
Según el Gobierno afgano y las agencias de ayuda, cerca de 495.000 familias están en peligro crucial ya que dependen totalmente del ganado como fuente de alimento e ingresos.
La pérdida de estos animales sería poco menos que «catastrófica», según los expertos. «Nos moriremos de hambre si perdemos a nuestros animales», advirtió el pastor Joma Khan, de la provincia de Faryab, en el norte de Afganistán.
En julio, Gobierno y organizaciones no gubernamentales presentaron una petición conjunta de 404 millones de dólares a los países donantes para mitigar el impacto humanitario de la crisis provocada por la subida de los alimentos básicos. Cuatro meses después, sólo se ha recibido el 4% de los fondos. «La respuesta de los donantes a nuestra petición ha sido muy débil», lamentó Usmani.
A ello se une la preocupación por las inminentes nevadas. «Teniendo en cuenta que en el invierno pasado murieron entre 1.300 y 1.700 afganos y que este año ha habido una sequía en verano, pocas lluvias en primavera, dificultades en la irrigación, escasas cosechas y restricciones en las exportaciones de trigo, se están dando todas las condiciones para que estalle la hambruna», resaltó el grupo de estudios Royal United Institute (RUSI).
«Mientras el mundo se centra en la violencia, en torno a 8,4 millones de afganos sufre inseguridad, crónica o transitoria, alimentaria», destacó el grupo de estudios RUSI en un reciente informe.