Las incógnitas de Barack Obama
Barack Obama concedió en la madrugada de ayer la primera entrevista tras proclamarse vencedor de las elecciones presidenciales. La comparecencia televisiva sirvió para constatar que el líder demócrata mantiene en firme sus promesas electorales de mayor simbolismo: el cierre de Guantánamo y la retirada de las tropas de Irak, esta última, en el plazo de 16 meses.
No puede negarse el valor intrínseco de esta confirmación, renovando el compromiso ante sus electores -y ante el mundo entero- de corregir algunas de las políticas más contestadas de su antecesor en el cargo. Pero ahí mismo se agota el valor de sus declaraciones, y ahí mismo empiezan las incógnitas. Porque, si es cierto que se va a desmantelar Guantánamo, ¿qué ocurrirá con los presos -actualmente más de 200- que actualmente están en esta base? Y lo que es más importante, ¿qué va a ocurrir con toda la arquitectura jurídica que ha servido de cobertura a los desmanes y atrocidades cometidas? ¿seguirán existiendo los tribunales especiales o de excepción? Respecto a la retirada de Irak, todo apunta a que una buena parte de las tropas abandonará el país, pero que en él quedará un nada despreciable contingente armado en bases militares. ¿Se puede entonces hablar de una verdadera retirada o más bien de un repliegue estratégico?